LUZ Y OSCURIDAD

A 50 años de The Dark Side of the Moon: las claves del mítico álbum de Pink Floyd

El álbum de Pink Floyd es un clásico de la música contemporánea, y a medio siglo de haber visto la luz en medio de toda su oscuridad lírica, te damos algunos datos relevantes sobre esta gran obra.

Créditos: Gerry images
Escrito en ENTRETENIMIENTO el

El éxito de The Dark Side Of The Moon se puede explicar a través de diversos argumentos e incluso teorías que orbitan alrededor del disco de Pink Floyd que vio la luz en tres posibles fechas: un primero, 23 o 24 de marzo de 1973, pero ninguna de estas podría ser más precisa y justa que la que se aproxime al álbum desde el argumento de su incuestionable calidad musical.  

A 50 años de su lanzamiento, hacemos un breve repaso sobre las claves que han llevado a The Dark Side of The Moon a lo más alto -y maravillosamente oscuro- de la música de todos los tiempos, gracias en buena medida a la profundidad lírica que imprimió Roger Waters junto a los potentes acordes del disco.

La banda encabezada por Roger Waters en la década de los 70's.

Ingeniería de sonido vanguardista y profundidad compositiva

Tras la llegada del hombre a la Luna en 1969, la década de los setentas despertó con un espíritu tecnológico indomable que, unido a corrientes filosóficas vanguardistas y el despunte de disciplinas humanistas como el psicoanálisis y el arte surrealista, llevaron a la sociedad a crear expresiones artísticas y culturales llenas de vigor.

En este sentido, la ingeniería de sonido de The Dark Side of the Moon es vanguardia pura, ya que fue realizado con los equipos hi-fi más sofisticados de aquellos años y que eran punta de lanza de todo lo que en calidad de audio vendría después.

Esto, sumado a la inspiración manifiesta de Roger Waters en las letras de un álbum que plasmó a través de una temática universal: desasosiego, malestar cultural, depresión y consumismo rapaz que en su momento logró poner frente al espejo a toda una generación que de inmediato se identificó con los introspectivos y reveladores lyrics del LP.

Un éxito de ventas de todos los tiempos 

El álbum lanzado en 1973 por Pink Floyd, en su momento fue criticado por expertos del rock como "pretencioso y aburrido" por su clara línea progresiva, algo que comenzaron a experimentar los Beatles en canciones como A Day in the Life, pero que Pink Floyd llevó a extremos virtuosos en 'el lado oscuro de la luna'.

Esto sin lugar a dudas fue clave para que a la fecha sea uno de los álbumes más vendidos de todos los tiempos, ya que logró colarse en los primeros puestos de ventas mundiales, donde permaneció más de 970 semanas, es decir, aproximadamente 18 años, lo que significa que desde 1973 hasta 1991 (coincidente en tiempos con grandes cataclismos sociales como la caída del Muro de Berlín) se mantuvo en el top de los rankings mundiales.

“Ciertamente no tenía idea de su potencial comercial, y me sorprendí como todos los demás cuando simplemente despegó”. La confesión es de Nick Mason, el baterista del cuarteto inglés, extraída de su libro Dentro de Pink Floyd (Ma Non Troppo, 2016).
 

Somatización del malestar cultural de toda una generación

Alienación del pensamiento, explotación laboral, mercantilización de la vida y fragmentación del sujeto. Estas podrían ser las angustias que comenzaron a generar un profundo desasosiego en la sociedad de mediados del siglo veinte y que a la fecha se han instalado -normalizadas y con todos sus efectos psíquicos- en los sujetos posmodernos (nosotros). Sin embargo, es posible que todas estas manifestaciones concretas y subjetivas que acompañan a la sociedad hoy en día, no hayan sido mejor recogidas y representadas en ninguna obra musical como en The Dark Side of the Moon.

El disco podría ser resumido como una somatización del malestar cultural de una época que ha trascendido por generaciones y que, en sus letras, encuentran la revelación de un inconsciente colectivo con el que es imposible no generar una identificación de la que el virtuosismo musical se encarga de producir una catarsis. Álbum que es revelación de la angustia y cura a través de una catársis auditiva al mismo tiempo.

“Cuando concluimos el álbum me llevé una copia a casa y se la puse a mi primera mujer. Recuerdo que comenzó a llorar cuando terminó de escucharlo. Yo pensé, ‘esto obviamente ha tocado de alguna manera una fibra sensible’ y me sentí bastante satisfecho”, admitió Roger Waters, quien asumió el rol de letrista tras la expulsión de Barrett y dotó de un profundo existencialismo a los textos.

Canciones que impactan en lo más profundo de la psique y la contradicción humanas

Las canciones, siguiendo el razonamiento de Jean-Michel Guesdon y Phillippe Margotin en el libro Pink Floyd: La historia detrás de sus 179 canciones, suenan desde el interior de la mente de alguien que no está completamente cuerdo y que en realidad podría ser cualquier persona en estos días, lo que refuerza la que parece ser su tesis central: nadie está exento de los trastornos de la vida moderna.

Como sabemos, Money es la canción que abre el Lado B. En esta se abordan temas como la codicia pese a que a posteriori -irónicamente- fue uno de los éxitos que los hizo ganar millones de dólares, pues tan solo en su primera semana de lanzamiento llegó al puesto número 13 del ránking Billboard de EE.UU.

A su vez, Brain damage es un track con dedicatoria especial a Syd Barrett, quien en esos momentos ya no fomaba parte de la banda, mientras que Us and them es una crítica política abierta la os conflictos bélicos de esos tiempos, como la guerra de Vietnam.

Cerrando la lista, el disco corona su epopeya musical con Speak To Me, una canción que deja una conclusión que roza cuestiones metafísicas: “no hay un lado oscuro de la luna. En realidad, está toda oscura”.

Nadie esperaba que The Dark Side of the Moon, dada la temática que aborda, fuera un disco esperanzador, sin embargo, su cruda melancolía genera una extraña sensación de aceptación que trasciende a cualquier resignación o conformismo, y quizás es esta su parte terapéutica -sin pretenderlo- más real y valiosa a través de su colosal producción musical.