DATOS INTRIGANTES

Penes más grandes, adelanto de la menstruacion y menos esperma: consecuencias de la contaminación

En las últimas décadas se están produciendo alteraciones de las hormonas humanas que afectan a la salud, los contaminantes pueden estar detrás

Créditos: LR
Escrito en ESPAÑA el

Según concluye un metaanálisis de la Universidad de Stanford, la longitud media mundial del pene ha aumentado un 24% en los últimos 29 años y la longitud erecta media aumentó de 12,1 cm a 15,24 cm en las últimas tres décadas.

Para llegar a esta conclusión se evaluaron 75 estudios publicados entre 1942 y 2021 que incluían datos de 55.761 hombres en total.

Estos datos podrían ser curiosos e incluso muy buenas noticias para algunos, pero para los investigadores es un motivo de preocupación. Un cambio tan notable y en tan poco tiempo quiere decir que hay algo que está afectando a los seres humanos y el principal sospechoso es la exposición a los contaminantes. 

La longitud del pene, como otras características sexuales secundarias, está determinada en gran parte por las hormonas. Durante la pubertad, los niveles de testosterona se disparan en los hombres, produciendo un aumento de la estatura y la musculatura, aparición de vello, cambio de la voz y, también, un aumento del tamaño del pene.

Las mujeres también se ven afectadas

También hay señales de perturbaciones hormonales entre las mujeres registradas en las últimas décadas, especialmente el adelanto de la menstruación y la pubertad.

En Europa, la edad media de la menarquia era de 16 años a principios de la década de 1850. A principios del siglo XX, había descendido por debajo de los 15 años. Hoy en día es de 12 años y medio.

El adelanto de la pubertad no es una buena noticia, ya que está asociado con un incremento del riesgo de cáncer de mama y de cuello uterino. 

Los disruptores endocrinos en el entorno afectan a las hormonas

Los disruptores endocrinos ambientales son sustancias presentes en el medio ambiente, los alimentos, los productos de higiene personal y otros productos manufacturados que interfieren en el funcionamiento normal de nuestras hormonas.

Además, muchos de los pesticidas y herbicidas usados en la agricultura hasta hace poco funcionaban porque interferían con el sistema endocrino de los insectos y su capacidad para reproducirse. Por desgracia, el uso de sustancias como el Clorpirifos o el DDT también afectó a millones de personas antes de su prohibición.  

Muchas de estas sustancias alteran las hormonas incluso en dosis muy pequeñas, como las que pueden resultar de que el agua potable o los alimentos entren en contacto con productos que las contengan.

La Unión Europea está endureciendo la regulación de estas sustancias en la agricultura y la industria, pero aún hay países y sectores que deben adherirse a las recomendaciones. 

El aire también nos afecta

También están los efectos disruptores de las hormonas de la contaminación y los tóxicos más habituales. El humo del tabaco, aunque en general no se considera un disruptor endocrino, puede tener efectos similares debido a su contenido en cadmio, y la exposición prenatal de las madres fumadoras, así como la exposición de las niñas como fumadoras pasivas durante la infancia, se asocia a una menor edad de la menarquia.

También hay pruebas de que algunos contaminantes atmosféricos tienen efectos como disruptores endocrinos. La alteración hormonal causada por el aire contaminado se ha relacionado con problemas de fertilidad tanto en hombres como en mujeres.

Los estudios han revelado que las personas expuestas a un aire muy contaminado tienen más probabilidades de experimentar una mala calidad del esperma y menstruaciones irregulares

Podemos evitar consumir alimentos que estén en contacto con plásticos, lavar nuestras frutas y verduras y tener un cuidado especial con no calentar contenedores plásticos en el microondas, que multiplica la emisión de sustancias nocivas.