Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler fueron por muchos años una de las parejas más bonitas del mundo de la literatura. Ahora, después de 8 años de amor decidieron tomar caminos separados. El peruano y la reina de la crónica social se unieron a un sinfín de parejas de la farándula que pusieron fin a su relación sentimental en el 2022. Shakira y Piqué, Tamara Falcó e Íñigo Onieva, Aitana y Miguel, Risto y Escanes y Cayetano y Eva González; son algunas parejas que se unieron a las filas del desamor. 

Volviendo al literato e Isabel. Fue la revista Hola! la que daría la exclusiva sobre la separación de la pareja. La relación se terminaría después de 8 años enamorados o eso es lo que parecía. Preysler fue la que hablaría primero al revelar su versión de los hechos. La reina de la crónica social alegaba que fueron los celos irremediables y las constantes discusiones fueron los causantes de su separación. 

Mario habló con El País sobre su relación con Isabel, donde para sorpresa de muchos aseguró que ya no tiene nada que ver con ella, ya que considera que fue un romance por la pichula y no con la cabeza. Además de asegurar que es una persona que no sabía disfrutar de los momentos como el ir a la ópera. 

"Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí", dijo.

El motivo de la separación 

La separación se presentó el pasado 28 de diciembre, a un par de días de terminar el 2022. Ahora, poco más de una semana lejos de ella, el peruano confesó a al diario lo que podría ser el verdadero motivo por el que se habría separado de la filipina. Se tiene que recordar que Mario estuvo casado con Carmencita, mujer con la que tuvo tres hijos. 

"Todas las noches, parece mentira, desde que cometí la locura de abandonar a mi mujer, pienso en ella y me asaltan los remordimientos. Creo que solo una cosa hice mal en la vida: abandonar a Carmencita por una mujer que no valía la pena (…). Todas las noches pienso en ella y le pido perdón", relató Vargas Llosa.

Dentro del relato al medio antes mencionado dejó claro que es una mujer que no sabe disfrutar los momentos. Siempre está mirando la pantalla de su teléfono. Gracias a esta exposición mediática, el literato habría decidido alejarse de la reina de la crónica social. Además de desmentir que se tratara de celos. 

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