El arroz es un pilar fundamental en muchas dietas alrededor del mundo. En la actualidad, desempeña un papel crucial como fuente de hidratos de carbono, proteínas y vitamina B6. Sin embargo, como con cualquier alimento, el consumo excesivo puede tener repercusiones en la salud que es importante conocer.
Si tu ingesta de arroz supera las tres veces por semana, especialmente si es arroz blanco, podrías estar expuesto a riesgos. Según especialistas, el consumo excesivo de arroz blanco podría incrementar las posibilidades de desarrollar colesterol alto o presión arterial elevada. Un estudio de la Universidad de Harvard respalda esta afirmación. Indican que consumir cinco o más porciones de arroz blanco semanalmente puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2.
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La razón detrás de esto radica en que el arroz blanco es un carbohidrato refinado. Es un producto que se somete a un proceso que elimina el salvado y el germen, dejando sólo el endospermo. Esta refinación elimina la fibra y algunos nutrientes. Esto lleva a un aumento de los niveles de azúcar en la sangre tras su consumo.
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En contraste, el arroz integral emerge como una opción más saludable. Investigaciones de Harvard sugieren que sustituir el arroz blanco por su versión integral puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 hasta en un 16%. El arroz integral es rico en fibra y nutrientes. Esto contribuye a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre.
Además, la fibra presente en el arroz integral facilita la eliminación del colesterol LDL, conocido como "colesterol malo". Esto se debe a que favorece la absorción de lípidos y su expulsión a través del sistema intestinal. El bajo contenido en sodio y el alto contenido en potasio del arroz integral actúan como protectores del sistema cardiovascular.