Si estas pensando en traer a tu casa un nuevo gatito para que conviva con el o los que ya tienes debes saber de antemano que no será una tarea fácil. Y aunque pueda parecer extraño, los gatos son territoriales y muy celosos de su entorno, por lo que la introducción de un miembro extraño puede ser tomada como una amenaza y desencadenar una actitud agresiva.

Existen una serie de pasos que se deben seguir antes, durante y después de la introducción de un nuevo gatito en casa para que la experiencia no sea traumática ni para el recién llegado ni para los demás gatos que ya vivían en la casa. Lo importante es lograr poco a poco que la relación entre ellos se haga simbiótica y que se sientan seguros en el espacio que compartirán.

Lo ideal para el recién llegado es que tenga menos de 6 meses de vida porque el proceso suele de adaptación y reconocimiento de los demás felinos ser más rápido y fácil. Aunque también es cierto que los adultos tienen menos probabilidades de ser adoptados y también merecen una oportunidad de ser adoptados y tener una vida feliz. En ambos casos hay precauciones que se deben tomar y te las contamos a continuación.

Claves para traer un nuevo gato a casa sin inconvenientes

Paso 1: Preparar el ambiente

Como ya dijimos, los gatos también necesitan su propio espacio dentro de casa. Seguramente habrás notado que tu gato no suele moverse de cierta habitación o cierto espacio del sillón donde le gusta pasar sus ratos de ocio. Entonces, hay que pensar qué lugar de la casa asignarás al nuevo gatito.

Lo ideal es que ese espacio esté alejado del que ya ocupa tu gatos o gatos, de esta forma, no sentirán al nuevo como una amenaza a su territorio.

Paso 2: Familiar el olor del nuevo gatito

Asó como hacen los perros, los gatos también identifican a propios y extraños mediante el olor corporal. Un nuevo gato tendrá un olor desconocido para nuestra mascota, por lo que lo tomará como un enemigo de primeras. Para evitarlo se puede hacer un simple truco.

Coge una manta que tu gato use diariamente al dormir o algún elementos que sepas que puede tener su olor impregnado. Luego, pásalo por todo el cuerpo del nuevo gatito de forma que el olor quede en él. Así, al conocerse, nuestro antiguo gato reconocerá su propio olor en el extraño y no le atacará.

Paso 3: Dejar que se conozcan cara a cara

Llegó el momento de la verdad. Lo importante al momento del primer contacto es que no fuerces ninguna situación ni regañes o pegues al gato antiguo si llega a bufarle al nuevo. Deja que ellos se tomen su tiempo para olerse y reconocerse poco a poco. 

A la hora de la comida puede que la tolerancia entre ambos aumente, ya que el hambre puede más que la desconfianza entre ambos. Déjalos que compartan el mismo espacio mientras comen (no los pongan pegados uno al otro) para que aprendan que uno no representa una amenaza para el otro, ni siquiera en lo que respecta al alimento. Inmediatamente después de su primera comida juntos, vuelve a separarlos hasta la siguiente comida, aumentando gradualmente el tiempo que pasan juntos. 

Paso 4: Juega con ambos a la misma vez

Llegó el momento de estrechar lazos mediante el juego. Los gatos son muy curiosos y juguetones, por lo que compartir una sesión de juegos hará disipar cualquier duda que existan entre el nuevo y los demás, reforzando así los lazos positivos.

Tras una agotadora jornada de juegos puedes darle un premio a ambos (en forma de comida o algo que les guste) para que asocien su presencia mutua como algo que vale la pena repetir. 

Paso 5: Disfruta de cómo se hacen inseparables

Si todo ha resultado a la perfección verás como en pocas semanas el gato nuevo y tus antiguos gatos se hacen amigos inseparables, como si se conocieran de toda la vida. Este es uno de los regalos más bonitos que pueden darnos nuestras mascotas ya que el cariño con los demás es algo que tienen de sobra. 

Recuerda que este proceso puede variar en cada gato. Existen gatos que aceptan al recién llegado en horas mientras que a otros les puede costar un tiempo más. Incluso se da el caso de que el gato viejo tolera al nuevo y no lo agrede, pero pasa completamente de él. Esto es normal y, si te ocurre, no debería angustiarte.

Al fin y al cabo, los gatos son seres sociales como los humanos y tienen comportamientos similares al nuestro frente a las demás personas.