A medida que avanzamos en edad, nuestros cuerpos atraviesan cambios naturales que pueden afectar nuestros hábitos alimenticios, metabolismo y nivel general de actividad. Esto es especialmente cierto una vez que cruzamos la barrera de los 40. Aquí, exploraremos cómo mantener una alimentación equilibrada y cómo combatir el aumento de peso en esta etapa vital.
¿Qué cambia en nuestro cuerpo a partir de los 40?
A partir de los 40, se produce una disminución natural en la tasa metabólica basal (la cantidad de calorías que quemamos en reposo), además de una pérdida gradual de masa muscular. Ambos factores contribuyen a un mayor riesgo de ganar peso si mantenemos los mismos hábitos alimenticios y de actividad física que teníamos en nuestra juventud.
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A continuación, estas son los factores clave en la consecución de los objetivos de salud a partir de los 40.
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Alimentación equilibrada
Prioriza la proteína
El consumo de proteínas es esencial para conservar la masa muscular. Prioriza fuentes de proteínas de alta calidad, como carnes magras, pescados, huevos, productos lácteos bajos en grasa, legumbres y frutos secos.
Frutas y verduras
Incorpora una variedad de frutas y verduras en tu dieta. Son bajas en calorías, ricas en fibra y aportan una amplia gama de vitaminas, minerales y antioxidantes.
Elige carbohidratos complejos
Los carbohidratos son necesarios para el aporte de energía, pero elige carbohidratos complejos (como granos enteros, avena, quinoa y vegetales ricos en almidón) en lugar de carbohidratos simples (como azúcares refinados). Los carbohidratos complejos te ayudan a sentirte saciado por más tiempo.
Controla las grasas
No todas las grasas son iguales. Mientras limitas las grasas saturadas y evitas las grasas trans, es saludable incluir grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (como las que se encuentran en el aceite de oliva, pescados grasos, nueces y semillas) en tu dieta.
Hidratación
Mantente bien hidratado bebiendo suficiente agua durante el día. El agua ayuda a mantener un buen funcionamiento de los órganos y facilita la digestión.
Mantente activo
Además de cuidar tu alimentación, es fundamental mantener un estilo de vida activo. Combina ejercicios aeróbicos (como caminar, nadar, bailar o andar en bicicleta) con ejercicios de resistencia o fortalecimiento muscular. Estos últimos son especialmente importantes después de los 40 para contrarrestar la pérdida natural de masa muscular.
Consulta a un profesional
Si tienes problemas para manejar tu peso o necesitas asesoramiento para adaptar tu alimentación a tus necesidades individuales, es aconsejable buscar la ayuda de un dietista-nutricionista.
Mantener una alimentación equilibrada y un peso saludable después de los 40 es una inversión en tu salud a largo plazo. No es una cuestión de seguir dietas estrictas o temporales, sino de adoptar hábitos sostenibles y beneficiosos que puedan acompañarte en las décadas venideras.