Las monedas antiguas son uno de los elementos más buscados en internet. La posibilidad de tener objetos raros, conmemorativos o con errores de acuñación hace que los amantes de la numismática paguen cantidades increíbles por los ejemplares. En esta ocasión vamos a presentar una pieza metálica de 10 céntimos, pero que en realidad se vende en las plataformas digitales por casi 1.000 euros.
Se trata de una moneda que se acuñó en la Real Casa de Moneda y Timbre de Francia en el 2004, por lo que al contar con 19 años, la edad no es uno de los factores por los que se venda tan caro entre los coleccionistas. La realidad es que cuenta con algunos detalles en el diseño que hacen que sea una de las grandes joyas de la numismática.
Te podría interesar
El anuncio fue colocado en Etsy, donde el propietario compartió una serie de fotografías donde se puede ver el diseño de la moneda y algunas de las características que describe en los detalles del artículo. La moneda del 2004 se encuentra en perfectas condiciones, por lo que se vende hasta 925 euros.
Te podría interesar
Características de la moneda
En el anverso aparece una dama que hace referencia a la sembradora, un elemento que representa que Francia se mantiene fiel a ella misma al tiempo que se está integrando a Europa. Este diseño se puso en circulación por primera vez en 1999, pero se mantenía intacto para el 2004, año en el que se puso en circulación el ejemplar que se muestra en el artículo. En el reverso se puede ver el clásico diseño de las monedas de 10 céntimos con el valor y el mapa de Europa.
Este ejemplar cuenta con varios motivos por los que se vende tan cara. Uno de ellos es que se trata de una moneda con un tiraje corto, ya que fue de 1,5 millones. Pero también cuenta con un error de acuñación como un corte en la estrella superior izquierda en el reverso.
En caso de contar con una moneda como estas y estés interesado en venderla, no dudes en recurrir a un especialista en numismática o un vendedor de objetos antiguos para que le hagan una valoración correcta y se pueda vender en un precio justo para todos. Eso sí, ¿quién no estaría dispuesto a cambiar 10 céntimos por cientos o miles de euros?