Hay personas que no han logrado trabajar la cantidad suficiente de años -se necesitan al menos 15- para lograr cobrar la pensión por jubilación, ya sea porque les falta cotizar más tiempo o porque nunca estuvieron inscriptos en la Seguridad Social debido a su situación irregular.
Para estos casos existen las pensiones no contributivas, que están destinadas a aquellos cuyos ingresos son muy bajos y además no optan a una pensión normal, es decir, la pensión contributiva.
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La principal diferencia es que las pensiones contributivas se conceden según el tiempo que hayas cotizado y según tu edad, mientras que las no contributivas se dan en base a tu situación personas e ingresos, independientemente del tiempo que hayas cotizado. El ejemplo más típico es el de las amas de casa, pero no son las únicas.
Cualquier persona con menos de 15 años cotizados que cumpla ciertos requisitos puede acceder a cobrar una pensión no contributiva. A continuación, te mostramos cómo:
Requisitos para cobrar la pensión no contributiva
Actualmente, la pensión no contributiva es de 457,21 euros al mes en 14 pagas, lo que supone 6.401,06 euros al año. Además, e 457,21 euros al mes en 14 pagas en el año 2023. Esto supone 6.401,06 euros al año. Para cobrar la pensión no contributiva hay que cumplir algunas exigencias, por ejemplo, en cuanto al nivel de ingreso.
Los requisitos son:
- No contar con unos ingresos suficientes. Ese estado de carencia e ingresos lo marcan los 5.899,60 euros. Quienes no dispongan de esa renta mínima podrán acceder a una pensión contributiva.
- No tener derecho a una pensión contributiva por no haber cotizado el tiempo suficiente.
- En el caso de la pensión no contributiva de jubilación, además hay que ser mayor de 65 años y haber residido durante por lo menos 10 años en España desde los 16 años y que por lo menos dos sean consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud de la pensión no contributiva.
- En el caso de la pensión no contributiva por invalidez, hay que tener entre 18 y 65 años y haber residido por lo menos 5 años en España, dos de los cuales deben ser inmediatamente anteriores a la solicitud. Además, hay que acreditar una incapacidad o grado de invalidez superior al 65%.
A las pensiones no contributivas sólo se puede acceder en caso de jubilación y de invalidez. Esto es diferente a las contributivas, que se conceden también por viudedad, orfandad y en favor de familiares.