En Barcelona, ya abrió sus puertas, la nueva edición del Mobile World Congress (MWC), y este año tiene como principal atracción la Inteligencia Artificial (IA), que ha sido durante este último año la gran protagonista del sector tecnológico, además que ha impactado en la vida social y económica.
Sin embargo, en el Mobile World Congress de este año, los móviles no son prioridad. Los máximos representantes a nivel mundial de la industria de telecomunicaciones, reunidos en la ciudad Condal, pasarán a ser actores secundarios. Porque las estimaciones que se barajan sobre los temas que se tratarán en estos días, solo el 40% estará relacionado con las terminales.
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El lema de la Inteligencia Artificial, Futuro Primero
Bajo el tema de Future First, se abordaran en el evento problemáticas relacionadas con el 5G, la conectividad, la IA, los cambios en las manufacturas, las aplicaciones tecnológicas en el ámbito de la salud, y otros dispositivos como los perros robot capaces de interactuar con personas, reconocer su voz y tomar fotografías en tiempo real.
José María Álvarez-Pallete, primer ejecutivo de Telefónica, dijo en su discurso inaugural como presidente de la GSMA “hay un nuevo chico en la ciudad", citando la canción de la banda californiana The Eagles, cuando abogó por una mayor colaboración entre las operadoras, las big tech, los agregadores, los desarrolladores de software y todos los players de la industria para crear juntos el futuro digital, que es el gran protagonista.
En ese sentido, el presidente de Microsoft, Brad Smith, anunció la mayor inversión de la compañía en España, precisamente para la infraestructura de la IA.
Otras voces, también con la IA como eje, se podrán escuchar junto con la de Smith. Tanto Demis Hassabis, cofundador de Google Deepmind, empresa dedicada al desarrollo de esta tecnología, como el fundador de Dell, Michael Dell, dedicarán su tiempo en el atril mayor del congreso al desarrollo y beneficios de la inteligencia artificial.
Los datos duros del evanto
El Mobile World Congress que, como cada año, se desarrolla en las instalaciones de la Fira de Barcelona en la Gran Vía de L'Hospitalet de Llobregat, no solo coloca por unos días a Barcelona como la capital mundial tecnológica, también le reporta una importante fuente de ingresos. La asistencia prevista de 95.000 personas - existen proyecciones que llevan esa cifra a 100.000, por la afluencia de asiáticos que se espera- dejarán a la ciudad, de acuerdo a los organizadores, unos 461 millones de euros, dinero que se repartirá principalmente entre hoteles y restaurantes.