Las pensiones se clasifican como ingresos por trabajo y, como tales, se encuentran sujetas a la tributación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de manera similar a los salarios de los trabajadores por cuenta ajena. Esto implica una retención que se ajusta según la situación económica y familiar del pensionista.

Partiendo de este principio, se deduce que los pensionistas están obligados a presentar la declaración de la Renta bajo las mismas condiciones que los trabajadores asalariados, siempre que sus ingresos excedan el mínimo establecido para la obligatoriedad de dicha declaración. Sin embargo, existen ciertas pensiones que se encuentran exentas de esta tributación, y la Agencia Tributaria especifica cuáles son estas excepciones, proporcionando así una guía clara sobre las obligaciones fiscales de los beneficiarios de pensiones.

Los pensionistas que están exentos de hacer la Declaración de la Renta

Las pensiones exentas de tributar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), según el artículo 7 de la Ley del IRPF, incluyen distintos tipos, cada uno con sus particularidades:

1. Pensiones por incapacidad permanente absoluta o gran invalidez: Estas pensiones son aquellas otorgadas por la Seguridad Social o entidades equivalentes debido a una incapacidad permanente absoluta o gran invalidez. Se aplican tanto a las pensiones de la Seguridad Social como a las abonadas por entidades que las sustituyen, hasta el límite de la prestación máxima reconocida por la Seguridad Social. El exceso sobre este límite se tributa como rendimiento del trabajo.
2. Pensiones de orfandad y a favor de nietos y hermanos menores de 22 Años o incapacitados: Estas pensiones, percibidas de los regímenes públicos de la Seguridad Social y clases pasivas, están destinadas a huérfanos, nietos, y hermanos menores de 22 años o que estén incapacitados para cualquier trabajo.
3. Prestaciones a profesionales por mutualidades de previsión social: Se refiere a las prestaciones otorgadas en situaciones similares a las mencionadas anteriormente, pero reconocidas a profesionales no integrados en el régimen especial de la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos, por mutualidades que actúan como alternativa a este régimen especial.
4. Pensiones por inutilidad o incapacidad permanente: Corresponden a aquellas otorgadas por regímenes públicos de Seguridad Social y Clases Pasivas a individuos cuya lesión o enfermedad les incapacita completamente para cualquier profesión u oficio, incluyendo también las pagadas a favor de nietos y hermanos menores de 22 años o incapacitados para todo trabajo.
5. Pensiones reconocidas a personas afectadas por la Guerra Civil: Estas pensiones se otorgan a lesionados o mutilados por la Guerra Civil (1936-1939) bajo el régimen de Clases Pasivas del Estado o legislación específica.
6. Pensiones derivadas de actos de terrorismo y pensiones de viudedad por actos de terrorismo: Incluyen las pensiones otorgadas a las víctimas de actos de terrorismo, así como las pensiones de viudedad resultantes de dichos actos.

Estos pensionistas no tienen por qué hacer la Declaración de la Renta, salvo en los casos en los que adicionalmente se cobren pensiones que no estén exentas de hacer la declaración, como son en algunos casos, las pensiones contributivas que lleguen al umbral mínimo para realizarla.