Desde que abandonaron la familia real en 2020 para comenzar una nueva vida el barrio más lujoso de Los Ángeles, Harry y Meghan, también conocidos como los Duques de Sussex se han convertido en los mayores enemigos de la corona británica.
Los Sussex ya no son mantenidos por las arcas del Estado y tampoco por la cuantiosa fortuna de la familia real, así que han tenido que generar sus propios ingresos para costear su lujosa vida: la moda de Markle, la mansión de 20 millones en California o la costosa seguridad con la que Harry parece estar obsesionado.
El exitoso documental
Fue en el mismo 2020, cuando los ya liberados Harry y Meghan, firmaron un acuerdo con Netflix para contar su historia. Nada más y nada menos que 100 millones de dólares.
El trailer publicado la semana pasada, que eclipsó el viaje oficial de William y Kate a Estados Unidos, vaticinaba una auténtica bomba exclusiva similar a la polémica entrevista concedida el año pasado a Oprah, donde acusaban directamente de racismo a algunos miembros de la familia real.
Los protagonistas vuelven a hablar de racismo en el documental, pero ahora de un modo más general, sin alusiones concretas ni acusaciones directas, centrándose además en otros temas como el estricto protocolo y el acoso de la prensa.
El contrato de los libros de Harry
Los últimos tres capítulos se estrenarán este jueves. Pero Palacio parece más preocupado por la biografía de Harry, que saldrá a la luz en enero, y a parte de ganar una millonaria suma de dinero, amenaza con revelar aún más datos perjudiciales para la familia real.
El acuerdo del duque por tres libros con Penguin Random House ronda los 45 millones, y puede tener una ganancia extra dependiendo de las copias vendidas.
Han tenido que buscarse sus negocios
Los ingresos de los Sussex y el gancho que ofrecen vendiendo su vida es cuantioso, la entrevista con Oprah, por la que no cobraron nada, fue valorizada en casi 20 millones de ingresos para la famosa presentadora.
Junto a ella han producido un proyecto con Apple TV+; y también se ha encargado de promocionar Clevr Blends, el café sostenible en el que invirtió la duquesa de Sussex y que no ha parado de crecer. Este podría dejarle unos ingresos de 10 millones.
Cabe recordar que Harry denunció que, tras salir de Londres, su padre le había cortado toda financiación por lo que tuvo que recurrir a la millonaria herencia de su madre de alrededor de 14 millones de euros para poder iniciar su nueva vida en California.