La alquemila, de nombre científico Alchemilla vulgaris, es una planta que tradicionalmente se utiliza para mejorar la salud reproductiva y hormonal de las mujeres aunque aún no hay evidencias definitivas, científicas y médicas, sobre su eficacia, por lo que se sugiere que no sea un remedio de primera elección. Además, siempre es aconsejable consultar con un médico especialista.
Es una planta fanerógama que pertenece a la familia de las rosáceas, y aunque es nativa de Europa, puede encontrarse en algunas regiones de Asia y Norteamérica. También se llama “pie de león”. Comúnmente se utiliza para aliviar dolencias asociadas a la salud de la mujer. Particularmente contra los síntomas de la menstruación y la menopausia.
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Las investigaciones sobre los beneficios y las contraindicaciones de esta planta se mantienen en constante actualización. Algunos estudios indican que ayuda a regular la producción de prostaglandinas, que se asocia particularmente al dolor que ocurre durante los días de la menstruación.
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¿Cómo consumir la alquemila?
Hoy es posible encontrar los suplementos a base de alquemila en diferentes presentaciones. En las tiendas naturistas se pueden conseguir bolsas de té, comprimidos y tinturas de uso externo. Cada uno tiene sus propias recomendaciones. Una de las formas más comunes de uso es mediante infusión, que se realiza con una bolsita de té, o 1 cucharada (15 gramos) de la planta seca. Se deja reposar 10 minutos en agua caliente y luego se cuela.
En definitiva, por sus compuestos la alquemila se ha asociado a efectos positivos en la salud reproductiva de la mujer. Se sabe que actúa como antiinflamatorio, astringente y antiespasmódico. Sin embargo, debes tener presente que si hay alteraciones en tu periodo menstrual, lo mejor es consultar al ginecólogo.