La Policía Nacional detuvo el viernes a dos personas a cargo de una empresa de Callosa del Segura, Alicante, acusadas de explotación laboral contra 16 inmigrantes, 9 de ellos en situación irregular.
En concreto, el hombre y la mujer arrestados, sometían a los trabajadores extranjeros a largas jornadas de 16 horas pelando cebollas sin descanso ni pausa para comer, cobrando por ello a razón de cinco céntimos por el kilo de cebollas limpiadas. Además, se les obligaba a llegar al centenar para percibir tan solo 10 euros.
La investigación, que ha sido desarrollada por agentes de la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Alicante, ha contado con la colaboración de la Inspección de Trabajo de Alicante, que participó conjuntamente en esta operación y en otra llevada a cabo en un lavadero de coches ubicado en la ciudad de Alicante.
En este caso, el empresario fue detenido por motivos similares de explotación laboral.
El propietario de este lavadero obligaba presuntamente a seis de sus empleados (cinco de los cuales son de origen extranjero y dos de ellos estando en situación ilegal) a trabajar de lunes a domingo cobrando solamente 140 euros semanales. El agravante es que el dueño les advirtió que si alguna vez enfermaban y no podían acudir a trabajar, no se les pagaría.
Los empresarios detenidos están acusados de los delitos contra los derechos de los trabajadores, favorecimiento de la inmigración ilegal y tráfico de mano de obra. Esto se agrava debido al abuso de la situación de vulnerabilidad de estos migrantes.