Polonia se encuentra en estos momentos en campaña electoral, los polacos deberán de decidir el futuro de su país. Y entre toda la propaganda electoral, la televisión pública del país polaco se ha acordado de España, aunque no de una forma agradable, ya que se ha tachado al país como un ejemplo de fracaso, un ejemplo a no seguir.

Todo esto viene a colación de las declaraciones de Irene Montero sobre la libertad sexual en los menores, que ha sido tachada de algo que hace apología a la pederastia. Algo que se ha aprovechado para atizar a la política de Unidas Podemos que se encuentra en el gobierno junto al PSOE de Pedro Sánchez.

Lo cierto es que en Polonia no se está centrando el debate en el COVID, la economía, la guerra entre Rusia y Ucrania o la educación, sino que el debate tiene como eje el colectivo LGTB y la negativa a aceptar refugiados en el país polaco. Referente al colectivo LGTB, Polonia se ha referido a España como una dictadura LGTB, mostrándonos ante sus ciudadanos como el mal que le espera a Polonia si la oposición ganase las elecciones.

PiS, el partido político detrás de estas acusaciones

PiS son las siglas de "Paz y justicia" en polaco, y es el partido que está usando una cadena pública para enviar propaganda a sus ciudadanos, abría el pasado informativo bajo la premisa de que "La ideología LGTB se apropia de los niños españoles". Tal y como recalcan en su medio escrito, esto es un "mal" que ya se empieza a ver por las calles de Varsovia.

Estamos ante un partido ultraconservador, y de ahí viene la explicación de por qué han plantado esas críticas a España, ya que actualmente, en el gobierno, hay partidos que son similares a su oposición en Polonia. PiS es un partido político que aboga por las familias y que según ellos, el colectivo LGTB no son personas, sino una ideología.

Algunos de sus dirigentes han llegado a declarar en alguna ocasión que los matrimonios gays quieren adoptar niños para abusar de ellos, lo que deja en claro la postura de la ideología de este partido en Polonia.

En España, la polémica por las declaraciones de Irene Montero, impulsadas por VOX, han llegado hasta Polonia, en donde gobierna un país en donde ambos partidos son afines.

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