Este martes, los 22 miembros del gabinete de la coalición entre PSOE y Sumar han jurado sus puestos ante el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. Se comprometieron a respetar la Constitución y a mantener lealtad al monarca. La ceremonia, realizada sin iconografía religiosa y frente a un ejemplar de la Constitución, contó con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y otros representantes estatales.
Félix Bolaños, nuevo ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, fue el primero en jurar, actuando también como notario mayor del Reino, por eso mismo se situó detrás del Rey Felipe VI y de otros miembros de la Casa Real.
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Los gestos y anécdotas detrás de la jura de los ministros de gobierno
En esta vida se analiza todo, incluidos los gestos: La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, junto con Félix Bolaños y José Luis Escrivá, optaron por no posar la mano derecha sobre el documento durante la promesa.
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Por otro lado, Nadia Calviño, vicepresidenta primera, tuvo un momento anecdótico al no saber dónde colocarse tras su promesa, que ha provocado nervios y risas entre los ministros.
Otros ministros, como Luis Planas y Mónica García, mostraron gestos más personales, como inclinaciones de cabeza y guiños durante la ceremonia. Al finalizar, se realizó una foto de familia y una charla informal. Asistieron personalidades como la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el presidente del Senado, Pedro Rollán. Los nuevos ministros asumirán sus roles en las sedes ministeriales de la mano de sus predecesores.
La anécdota con Ana Redondo
Ana Redondo es la nueva ministra de igualdad, un ministerio con polémica, después de que Irene Montero dejase el caso. En la jura de su cargo, hemos visto que Ana Redondo se "salía" un poco del protocolo al comentar su juramento, cuando dijo “Ministros y ministras, por supuesto”, haciendo hincapié en esa existencia de dos géneros que en política se suele agrupar en uno.
Ha sido una jura en la que se han notado nervios por parte de muchos ministros, y que ha dejado momentos graciosos, pero sobre todo parece que hay ganas por parte de algunos de trabajar y de lograr mejorar la situación de un país que pide cambios sustanciales a gritos.