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Francia y Países Bajos pagan 800 euros por ir en bici al trabajo ¿Y qué pasa con España?

Muchos países europeos han implementado medidas fiscales para fomentar el uso de la bicicleta para ir al trabajo, traduciéndose en beneficios para todos.

España dista mucho de implementar medidas que incentiven el uso de la bicicleta.
España dista mucho de implementar medidas que incentiven el uso de la bicicleta.Créditos: Pixabay
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Países como Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Países Bajos y Francia cuentan con subvenciones que fomentan el uso de la bicicleta para todos los ámbitos de la vida, incluso para asistir al trabajo cada mañana. El incentivo ideado por estos gobiernos es tentador y consiste en que las empresas les paguen a sus empleados por kilómetro recorrido. De esta forma se busca reducir el tráfico y cuidar el medio ambiente.

En Países Bajos, por ejemplo, la subvención ha subido este año por kilómetro en velocípedo de 19 a 21 céntimos. En Francia, la suma puede llegar hasta los 800 euros anuales.

En su mayoría, estos programas se implementan en forma de beneficio fiscal para los empleados que van al trabajo en bici. Se añade al sueldo una cantidad de dinero concreta en forma de bonos o cheques libres de impuestos. En el caso de Bélgica, se recibe un incentivo fiscal para ir al trabajo de 0,25 euros por kilómetro según los datos de la LEVA.

Por su parte, en España, la Estrategia Estatal de la Bicicleta propone modificar la normativa fiscal para que las compañías puedan considerar moverse en bicicleta como renta del trabajo, pero los ministerios de Hacienda y Transportes señalan que por ahora no hay ninguna reforma para impulsarlo.

Países Bajos tiene más bicicletas que ciudadanos.

Algunas empresas españolas tienen en activo algunas iniciativas para impulsar esta forma de acudir al trabajo. Su uso ha alcanzado máximos históricos, donde el 57% de los residentes de entre 14 y 70 años prefieren pedalear para moverse, según el secretario general de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), Jesús Freire.

El éxito de Países Bajos

La medida más importante que ha tomado el Gobierno holandés para animar a la gente a usar la bicicleta es la creación de muchísimos kilómetros de carril bici. En la actualidad, el país cuenta con más de 35.000 kilómetros destinados al uso de bicicletas mientras que la red de carreteras del país solo tiene 140.000 kilómetros.

Las rotondas holandesas son otro ejemplo de cómo la planificación urbana se ha centrado más en las bicicletas y los peatones. Alrededor del 60% de las rotondas de las ciudades cuentan con un carril bici circular separado físicamente que rodea la rotonda cruzando sus salidas.

En cuanto a la parte financiera, a las personas que decidan utilizar este medio de transporte, el Gobierno de Países Bajos subvenciona con 21 céntimos de euro cada kilómetro recorrido en bici entre el hogar y el trabajo, aunque también se aplica a transporte público y coche.

En España no hay planes para deducir el uso de la bici.

Se trata de una compensación por el coste de la gasolina y del transporte público que estaba congelada en 19 céntimos desde 2006 y que acaba de incrementarse este año; en 2024 aumentará a 23 céntimos. Esta cantidad la paga el Estado a través de las nóminas de las empresas y está libre de impuestos. Si alguna compañía decide pagar más de 21 céntimos, debe tributar por ello.

Sevilla, a la cabeza del uso de bicicletas en España

En Sevilla, el número de viajes realizados en bicicleta pasó de menos de 7.000 en 2006 a más de 70.000 en 2011. Copiando las técnicas holandesas, la ciudad transformó muchas plazas de aparcamiento y las convirtió en carriles bici elevados y separados.

Sevilla cuenta ahora con toda una red de carriles, de los cuales la construcción de los primeros 80 kilómetros costó menos de 20 millones de euros.

La rápida puesta en marcha de carriles bici temporales en todo el mundo durante la pandemia demuestra que Holanda podría compartir la definición de ciudad ciclista.