La evolución tecnológica y la popularización de Internet no solo han transformado la sociedad, sino que también han proporcionado nuevas herramientas a delincuentes y estafadores. La Dirección General de Tráfico (DGT) está emitiendo advertencias a la población sobre mensajes de texto fraudulentos en los que los delincuentes se hacen pasar por la institución, indicando que el destinatario tiene una multa pendiente de pago que se incrementará si no se abona dentro de las próximas 24 horas. El mensaje típicamente dice: “Alerta Sede Electrónica: Tiene una multa pendiente de pago que se incrementará en 24 horas si no recibimos el pago”.
Esta estafa, conocida como “smishing”, implica el envío de SMS fraudulentos por parte de los estafadores, quienes se hacen pasar por una entidad conocida por el receptor, en este caso la DGT. El objetivo es crear una sensación de urgencia o alarma para engañar a las víctimas y persuadirlas de que existe un problema real o una deuda pendiente que requiere una acción inmediata, facilitando así el engaño y la estafa.
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Cómo funciona esta estafa y cómo evitarla
Como sucede con cualquier tipo de fraude o estafa, las autoridades enfatizan la importancia de desconfiar de mensajes o notificaciones que alerten sobre errores, fallos o deudas inexistentes. La estrategia más segura ante estas alertas consiste en verificar directamente con la entidad supuestamente emisora para confirmar la autenticidad del mensaje. Este paso es crucial para evitar caer en trampas de estafadores que buscan aprovecharse de la confusión o el desconocimiento de los usuarios.
En el desafortunado caso de ser víctima de una estafa, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ofrece una serie de recomendaciones prácticas:
- Denunciar el incidente: Es fundamental reportar lo ocurrido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La denuncia debe incluir, en la medida de lo posible, toda prueba o evidencia que pueda contribuir a la investigación y resolución del caso.
- Presentación de pruebas: Aportar capturas de pantalla, mensajes, correos electrónicos y cualquier otro tipo de documentación que evidencie el intento de estafa o el fraude consumado.
- Vigilancia de datos personales: Es crucial mantener un seguimiento activo de la posible filtración de datos personales o bancarios en Internet durante los meses siguientes al incidente. Esto implica revisar periódicamente los estados de cuenta, informes de crédito y cualquier plataforma donde se hayan compartido datos sensibles.
- Consulta con expertos: En caso de dudas o para obtener asesoramiento específico, contactar con entidades especializadas en ciberseguridad, como el INCIBE, puede proporcionar orientación y apoyo adicional.
Ten en cuenta todo esto a la hora de recibir una multa de la DGT, porque podría resultar que no te ha llegado nada, y recuperar todo ese dinero después puede ser complicado, por no decir imposible.