José Luis Ábalos enfrenta una inminente salida del PSOE debido a presiones internas y la falta de apoyo, exacerbadas por el caso Koldo. Su renuncia parece ser solo cuestión de tiempo.

Pedro Sánchez, en un discurso, subrayó la firme postura del gobierno contra la corrupción, lo que indirectamente afecta a Ábalos. La dirección del partido, incluida la vicepresidenta María Jesús Montero, ya ha intentado presionarlo para que dimita, destacando la política de tolerancia cero hacia la corrupción.

Eso sí, Ábalos no se va a ir sin antes negociar

Ábalos ha reaccionado a las presiones dentro del PSOE para que se aleje y así proteger al partido frente al escándalo de corrupción del caso Koldo, investigado por la Audiencia Nacional. La trama implica a Koldo García Izaguirre como intermediario en contratos de suministros de mascarillas con sobreprecios y comisiones ilícitas, sumando 15 millones de euros en sobornos.

Este escándalo ha causado gran inquietud en el Gobierno y en la cúpula del PSOE. Ábalos, anteriormente cercano a Sánchez, ha sido marginado de manera que ha causado malestar, y ahora se resiste a sacrificarse por el partido, y según fuentes del partido, su respuesta ha sido "no voy a dimitir".

En una entrevista concedida a laSexta, el exministro de Transportes, Ábalos, defendió su posición, destacando una distinción crucial entre su rol actual como diputado y su anterior cargo como ministro: "Yo soy diputado ahora, no soy ministro. Si esto se hubiera producido yo siendo ministro, es evidente que tendría que haber dimitido. Y en el momento", afirmó, subrayando que las actas de diputado son personales y no pueden ser retiradas por el partido.

Ábalos rechaza la idea de renunciar a su escaño, argumentando que no tiene responsabilidad en el caso, ya que ocurrió durante su tiempo como ministro y no está directamente implicado. Además, resalta que no está "acusado por nada" y considera injusto que se le pueda reprochar por su selección de personal o por confiar en personas que luego le decepcionaron.