La localidad de Castro Urdiales, en Cantabria, y toda España, se ven conmocionadas por un caso que ha dejado a la comunidad estupefacta. En un giro impactante, dos hijos adoptivos, de 13 y 15 años, han sido detenidos por presuntamente asesinar a su madre. La víctima fue hallada muerta en el asiento trasero de su vehículo, amordazada y parcialmente cubierta con bolsas.
La madre de los niños presentaba varias heridas de arma blanca, y la investigación sugiere que la causa de la muerte fue una puñalada en el cuello. Las revelaciones posteriores indican que el hermano mayor (15 años), habría perpetrado el apuñalamiento, mientras que el menor participó en el intento de limpiar la escena del crimen.
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Después del suceso, los jóvenes se dirigieron a una panadería para desayunar. En el lugar compraron palmeras de chocolate. A su regreso, intentaron ocultar el cadáver en bolsas de basura, aunque dejaron un rastro de sangre evidente que fue descubierto por las autoridades. En un intento de huida en el coche familiar, chocaron contra una pared, ya que ninguno de los dos niños sabe manejar.
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Crimen de Castro Urdiales: cómo se desarrolló
La tragedia comenzó días antes con una discusión en el hogar, esta disputa se desencadenó por las bajas calificaciones del hermano mayor. La madre, según la Guardia Civil, confrontó al menor por las notas escolares. Se sospecha que en medio de la pelea, el niño apuñaló a su madre en el cuello. El cuerpo de la víctima fue posteriormente colocado en el asiento trasero del automóvil, atado de manos para simular un secuestro.
Según cuentan las autoridades, los menores habrían fingido ser secuestrados. La Guardia Civil localizó a los dos niños a un kilómetro del lugar, en un parque. Mientras que el mayor intentó escapar, el menor permaneció inmóvil. La Fiscalía de Menores de Cantabria ha solicitado la internación en un centro de reforma, en régimen cerrado durante seis meses para el joven de 15 años, por indicios de su particupación en el asesinato, Por otro lado, el hermano menor, al ser inimputable por tener menos de 14 años, fue ingresado a un centro de protección de menores.
Las investigaciones policiales continúan para esclarecer el móvil del asesinato. Un equipo psicosocial de la Fiscalía de Cantabria evaluará las circunstancias familiares, psicológicas y educativas de los niños involucrados.