La confirmación por parte de la Audiencia Provincial de Pontevedra de una sentencia de divorcio emitida por el Juzgado de Primera Instancia número 15 de Vigo, ha generado un interesante precedente en el ámbito legar, al abordar de manera detallada la complejidad de las relaciones familiares tras la disolución de un matrimonio.
En este caso particular, el fallo contempla no solo aspectos convencionales como la custoria compartida de los hijos, sino también una disposición única relacionada con la mascota de la familia, el perro.
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¿Qué dice la sentencia de divorcio?
La sentencia de divorcio, emitida en febrero de 2023, disolvió el matrimonio entre Pablo y Sagrario, estableciendo una custoria compartida para sus hijos, Bernardo y Camilo, nacidos en 2021. La peculiaridad de este caso radica en la atención otorgada al perro de la familia, cuyo cuidado quedó exclusivamente a cargo de Sagrario, mientras que los gastos extraordinarios y veterinarios serán compartidos equitativamente por ambos ex coónyuges. También, el ex marido deberá abonar una pensión mensual de 40 euros destinada al mantenimiento del perro, una disposicón que ha generado atención y reflexión en el ámbito jurídico.
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El proceso legal de divorcio no estuvo exento de controversias, ya que Sagrario, insatisfecha con la sentencia original, recurrió ante la Audiencia Provincial de Pontevedra. En su apelación, argumentó que ha sido ella quien principalmente ha atendido a los niños desde su nacimiento, tanto en aspectos educativos como de salud y alimentación, tachando a su ex esposo de "irresponsable". La solicitud de Sagrario incluye una pensión de 800 euros (400 euros por cada hijo) y la atribución de vehículo familiar.
En respuesta, Pablo defendió su papel como padre, asegurando cumplir con sus responsabilidades parentales sin que su trabajo suponga un inconveniente. El Ministerio Fiscal también intervino, juzga a su ex marido como "incapaz" de atender a los niños, contradice el hecho de que los ha cuidado de martes a jueves con pernocta.
Finalmente, la Audiencia Provinciar de Pontevedra desestimó el recurso y confirmó la sentencia original de divorcio, respaldando la decisión del Juzgado de Primera Instancia.