El presidente palestino, Mahmud Abás, afirmó este sábado que los palestinos nunca se irán de su territorio y resistirán hasta el final ante los intentos de Israel de desplazar de forma forzosa a la población de Gaza hacia Egipto, en medio de la actual guerra en el enclave palestino.
“Nunca nos iremos, nunca dejaremos nuestras tierras (…) Y resistiremos hasta el final”, zanjó Abás en su discurso en al Cumbre de la Paz que tiene lugar hoy en la llamada Nueva Capital Administrativa de Egipto, al este de El Cairo, para buscar una solución para acabar con la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás.
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Abás señaló que la Autoridad Nacional Palestina que él preside es la “única entidad” que representa a los palestinos y que la única solución para la región es la creación de dos estados en la antigua Palestina con Jerusalén este como capital del estado palestino.
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El dirigente palestino deploró el “asesinato de los civiles de ambos lados” y llamó a la “liberación de los rehenes de ambas partes”.
El presidente egipcio insta a fijar una hoja de ruta
A esos planes de Israel se ha referido también el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi.
En su discurso de apertura, el anfitrión de la cumbre ha alertado de que, con su ofensiva contra Hamás, Israel pretende desplazar a los palestinos a la península egipcia del Sinaí, una línea roja que ni su país ni su gobierno están dispuestos a aceptar.
Al Sisi ha instado a los participantes en la reunión a fijar una hoja de ruta para que la ayuda a Gaza siga fluyendo a través del paso de Rafah y se termine la “crisis humanitaria” en el enclave palestino, a través de un acceso “seguro y sostenible”.
Señaló que los asistentes se reúnen hoy para “llegar a una hoja de ruta con el objetivo de acabar con la crisis humanitaria y empezar a activar el flujo de ayuda a la franja de Gaza” a través de un acceso “seguro y sostenible”.
El paso de Rafah se abrió hoy finalmente para la entrada de 20 camiones de ayuda humanitaria en el enclave palestino, bajo asedio del Ejército de Israel como castigo a la población gazatí tras el ataque terrorista del grupo islamista Hamás contra el Estado judío del pasado 7 de octubre.