Derek Chauvin, el expolicía condenado por el asesinato de George Floyd, fue apuñalado en una prisión federal de mediana seguridad en Tucson, Arizona. Chauvin, quien cumple una sentencia de 22 años y medio, sufrió heridas graves tras el ataque perpetrado por otro recluso, del que por el momento no se ha revelado su identidad.

La rapidez de los empleados de prisión fue clave

El personal de la prisión respondió rápidamente, tomando medidas para salvar su vida antes de trasladarlo a un hospital, donde se reporta que su condición es estable.

El incidente ocurrió en la Institución Correccional Federal de Tucson, donde Chauvin fue trasladado en agosto de 2022 desde una cárcel estatal de máxima seguridad en Minnesota. La prisión ha tenido varios incidentes de seguridad, incluyendo un recluso que amenazó con un arma el año pasado.

Chauvin está cumpliendo dos condenas simultáneas: una federal por violar los derechos civiles de Floyd y otra estatal por homicidio en segundo grado.

El asesinato de Floyd, capturado en video, desató protestas globales y elevó la tensión racial durante la era de Donald Trump. Chauvin, un policía blanco, estuvo arrodillado sobre el cuello de Floyd, un hombre negro, durante más de nueve minutos.

Este incidente se suma a varios incidente que se están repitiendo más de lo que les gustaría a los responsables de los centros penitenciarios de los Estados Unidos. Recientemente, Larry Nassar, conocido por ser un médico que abusaba de gimnastas, y que también fue apuñalado hasta 10 veces en una cárcel de Florida.