Lamentablemente, la influencer brasileña Luana Andrade, de 29 años, ha fallecido debido a complicaciones tras someterse a una liposucción. La joven, conocida por su trabajo como asistente en un programa de televisión y por su propia marca de ropa, sufrió un paro cardiaco durante la cirugía en un hospital privado de São Paulo.
A pesar de los esfuerzos médicos, que incluyeron un tratamiento hemodinámico tras detectar una trombosis, Andrade no se recuperó y murió a causa de una embolia pulmonar.
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Su pareja, João Hadad, también influencer, expresó su profundo dolor en las redes sociales, recordando a Luana como una persona extraordinaria que "cautivó al mundo con su gracia y elegancia".
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Trágico desenlace en el mundo de la belleza y la influencia
La noticia de la muerte de Luana Andrade ha conmocionado a sus seguidores y al mundo de las redes sociales, donde era una figura prominente con más de 435,000 seguidores en Instagram. Su última publicación, que mostraba su amor por el gimnasio, su "lugar favorito", contrasta con el trágico resultado de una operación estética que buscaba mejorar aún más su figura.
Este suceso pone de relieve los riesgos asociados con los procedimientos de cirugía estética, que a pesar de su popularidad y avances técnicos, no están exentos de peligros. Brasil, reconocido como el segundo país con más intervenciones estéticas después de Estados Unidos, enfrenta un nuevo caso que invita a la reflexión sobre los estándares de belleza y las presiones que conlleva mantenerlos.