Una mujer de 30 años mató a su hijo, de solamente 10 años y que presentaba autismo. Ambos cuerpos fueron encontrados en estado de descomposición.
Adalia Baptisa y su hijo Frederico Baptisa-Mendes fueron hallados varios meses después de su muerte, según los datos que se informaron este viernes 8 de diciembre.. El hecho ocurrió en el piso de protección oficial en el que vivían en la zona de Holbeck, Leeds, Inglaterra.
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Fue la escuela del pequeño la que provocó la alarma, luego de que sus autoridades se comunicaran con la Policía ya que Frederico no había asistido tras las vacaciones de verano, cuando su asistencia era perfecta.
De hecho, el chofer de autobús que siempre recogía al niño se encargó de dar aviso al colegio de que nadie salía cuando golpeaba la puerta y explicó que Frederico "era un niño muy alegre que siempre estaba sonriente y dispuesto a seguir adelante".
El niño tenía autismo
Frederico fue diagnosticado con autismo en 2019 e ingresó en el centro Richmond Hill Primary debido a que estaba especializado en ayudar a niños con dificultades complejas de comunicación. Su madre y él eran originarios de Portugal, aunque ella nació en Angola, y llegaron al Reino Unido unos 10 años antes de sus muertes.
La investigación induica que sus teléfonos móviles fueron usados por última vez el 27 de julio del año pasado, por lo que se cree que esa es la fecha de su muerte. En cuanto al hallazgo de los cuertpos, esta tuvo lugar recién el 15 de diciembre del 2022.
En una declaración leída ante el tribunal, Suzanne Hall, detective inspectora de la Policía de West Yorkshire, encargada del caso, aseguró que estaba "convencida de que no hubo participación de terceros en la muerte", señalando directamente a Adalia al añadir que "Frederico fue asesinado por su madre" y que sus acciones "habían sido planeadas desde hacía tiempo".
De hecho, la investigación confirmó que la mujer había estado informándose sobre eutanasia y otros métodos de acabar rápidamente con la vida de otras personas y que le costó mucho aceptar el diagnóstico de su hijo, habiendo caído en la depresión.