La NASA ha registrado la explosión de rayos gamma más brillante hasta la fecha, y paralelamente, China ha realizado un descubrimiento crucial en la Luna, con potencial importancia para la supervivencia humana en los años venideros.
¿Cuál es este hallazgo? Hace dos años, China lanzó la sonda Chang’e 5 a la Luna, con el objetivo de recolectar muestras del Oceanus Procellarum, la vasta región oscura lunar visible desde la Tierra. Recientemente, se han revelado los resultados de este proyecto.
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El equipo liderado por el profesor Hu Sen, del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias, analizó las muestras y descubrió depósitos de agua hasta ahora desconocidos en fragmentos cristalizados recogidos por la sonda. Estos depósitos son restos de impactos de asteroides que se enfriaron y dispersaron, formando parte de la superficie lunar.
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¿Qué es el denominado oro blanco?
Los expertos han estimado que la Luna alberga entre 300.000 kilogramos y casi 300 billones de kilogramos de agua. Esta agua se encuentra en pequeñas perlas de vidrio distribuidas por toda la superficie lunar. Según un estudio publicado en Nature Geoscience, el agua se origina a partir del hidrógeno que se libera en el flujo de partículas cargadas procedentes del Sol, conocido como viento solar.
Los investigadores señalan que la cantidad de agua en el suelo lunar, originada por el viento solar, es mucho mayor de lo que se había considerado anteriormente. Esto sugiere que los granos de suelo lunar juegan un papel crucial en el ciclo hidrológico lunar y podrían representar un recurso valioso para futuras bases espaciales.
Además, destacan que las perlas de vidrio formadas por impactos tienen la capacidad de retener cantidades significativas de agua procedente del viento solar en la superficie lunar. Esto, sumado a la posible existencia de hielo de agua en zonas de sombra permanente en las regiones polares, subraya la importancia de estos hallazgos para futuras misiones espaciales.
Pese a lo que se pensaba, la Luna no estaba seca
Hasta hace poco, se creía que la Luna era un entorno completamente árido, pero en las últimas dos décadas, naves espaciales en órbita han descubierto la presencia de hidrógeno y hielo en cráteres profundos de los polos lunares.
En 2020, un equipo de la NASA logró identificar, por primera vez, moléculas de agua en áreas de la Luna expuestas a la luz solar. Surgió la hipótesis de que esta agua podría estar encapsulada en perlas de vidrio, lo que explicaría su resistencia a la evaporación. Este hallazgo se suma a evidencias anteriores de agua en el vidrio de las muestras traídas por las misiones Apolo hace 40 años.
A finales de 2020, la sonda china Chang’e-5 marcó un hito al ser la primera misión, desde la era Apolo, en retornar a la Tierra con muestras lunares. Es notable mencionar que Chang'e-5 aterrizó en el Oceanus Procellarum, una región geológicamente singular de la Luna que no había sido muestreada antes. Craig O’Neill, un científico planetario de la Universidad Tecnológica de Queensland que no estuvo involucrado en el estudio, destacó la singularidad de esta zona.
¿Cómo se crean las perlas de vidrio?
Los micrometeoritos, al impactar contra la superficie lunar, generan suficiente calor como para fundir las rocas circundantes. Investigaciones anteriores sobre las perlas recogidas por la sonda espacial Chang'e-5 revelaron que la región examinada ha sido objeto de bombardeos durante los últimos 2.000 millones de años. Este fenómeno es conocido como "jardinería de impacto", un proceso que remodela constantemente la superficie lunar a través de impactos continuos.