El abogado de Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha admitido este miércoles que el infame ordenador que el hombre dejó para reparar en una tienda de Delaware -y en la que se descubrieron fotos comprometedoras, presunto tráfico de influencias y archivos que probaban presiones al más alto nivel- sí le pertenece.
El hijo de 52 años del presidente norteamericanos tuvo negocios turbios en Ucrania y China y llevó una vida disoluta repleta de drogas y prostitutas. Por ello se ha convertido en un talón de Aquiles para la carrera política de su padre.
En la carta de 14 páginas dirigida a la fiscal general de Delaware, Kathy Jennings, el abogado de Biden, Abbe Lowell, afirmó que el propietario del taller de reparaciones, John Paul Mac Isaac, accedió "ilegalmente" a los datos de la portátil de Hunter y trabajó con el abogado personal del ex presidente Donald Trump, Rudy Giuliani, para "armar" contenidos sórdidos e incriminatorios contra Joe Biden, según publica NY Post.
"Este truco político sucio fallido resultó directamente en la exposición, explotación y manipulación de la información privada y personal del Sr. Biden", escribió Lowell en la misiva.
En su defensa, Hunter afirmó que fueron los servicios secretos rusos los responsables del robo del aparato y que estos se lo entregaron a diarios anglosajones para perjudicar la campaña presidencial de su padre en 2021.
La oscura trama que salpica a Biden
Mac Isaac, el dueño de la tienda de reparaciones de portátiles, recibió el aparato a fines de 2019. Tras repararlo, intentó contactar con Biden durante meses, aunque sin éxito.
Una vez que el dueño de la tienda vio el contenido del ordenador de Hunter (incluidos correos electrónicos que detallaban el tráfico de influencias que involucraba al entonces vicepresidente Joe Biden y videos de su hijo fumando crack y teniendo relaciones sexuales con prostitutas) alertó al FBI. Antes de eso, hizo una copia de los archivos y se la entregó al abogado del entonces presidente Donald Trump y el contenido se hizo público en 2020.
"Podría haber una computadora portátil por ahí que me fue robada", dijo Hunter Biden a CBS durante una entrevista en 2021. "Podría ser que me hayan hackeado. Podría ser que fuera la inteligencia rusa. Podría ser que me lo robaron", admiento así que la información filtrada era cierta.
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes comenzará las audiencias la próxima semana para investigar sobre el presunto tráfico de influencias de Hunter Biden. La causa asegura que Biden sacó provecho de los vínculos con su padre -vicepresidente en ese entonces- para recaudar millones de compañías extranjeras, dijo el lunes el representante James Comer, presidente del panel que liderará la investigación.
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