La vida de un piloto de vuelo comercial suele ser percibida como llena de encanto, exactitud y una responsabilidad inmensa. Pero, más allá de los anuncios desde la cabina y las sonrisas corteses con las que acogen a los viajeros, en ocasiones se oculta una realidad asombrosa y chocante. En este contexto, un piloto de British Airways fue destituido después de ser captado inhalando cocaína del busto de una mujer semidesnuda durante una celebración salvaje en Sudáfrica, previo a intentar manejar un vuelo lleno hacia Londres, según lo expuesto por un artículo de The Sun.
El piloto, llamado Mike Beaton, casado y padre de un niño, tuvo una noche libre en Johannesburgo antes de asumir su función como copiloto en un trayecto de vuelta a Londres hace cerca de un mes. No obstante, en vez de procurar reposar para su inminente vuelo, Beaton optó por una noche de desenfreno que incluyó alcohol, estupefacientes y compañía femenina, según reportó The Sun al exponer sus mensajes a una amiga azafata.
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Todo empezó con unos mensajes de texto
En unos de los diálogos vía mensaje de texto, Beaton alardeó de sus acciones, proclamando: «He actuado como un verdadero truhan». Según reveló en dicha plática con la azafata, había entablado relación con dos locales, una turista galesa y un «joven ave española» en una discoteca de Johannesburgo. Luego de varios tragos, la noche acabó en el departamento de uno de los hombres locales.
Una vez en el departamento, las mujeres empezaron a danzar sin sus blusas antes de que la cocaína hiciera su aparición. Beaton relató en sus mensajes: «En algún punto perdí mi camisa y uno de los chicos locales aparece con un plato con líneas de coca. Se desató un debate sobre cuál pecho era el mejor para hacer una raya». Con un matiz de vanidad, agregó: «Así fue como terminé inhalando cocaína del pecho de una chica en Johannesburgo».
Después de estos mensajes, el comportamiento escandaloso de Beaton fue conocido por un colega de la tripulación, quien informó a los superiores de la compañía. En consecuencia, British Airways anuló el vuelo a Heathrow, incurriendo en pérdidas cercanas a los 120.000 dólares, equivalentes a unos 114.000 euros.
La aerolínea británica ha hablado públicamente
Beaton fue suspendido inmediatamente y, una vez en Londres como pasajero, fue sometido a un test de drogas en el aeropuerto de Heathrow, el cual resultó positivo, llevando a su cese. Una fuente anónima a The Sun comentó: «De todas las inconductas que suceden entre vuelos, este incidente es inaudito», y añadió: «Un copiloto conoce las normas a la perfección. Su labor es velar por la seguridad de los pasajeros. La idea de enviar detalles de su noche de bebida y drogas a una azafata entre vuelos es increíblemente irresponsable».
A pesar del escándalo, representantes de British Airways aseguraron que los pasajeros no estuvieron en riesgo. La Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido respondió destacando que en situaciones similares se aplicarían medidas de suspensión y rehabilitación para asegurar la seguridad en vuelos. «En tales situaciones, suspenderíamos de inmediato la licencia médica del piloto, lo cual significa que no podría volar. En la mayoría de los casos, sería evaluado por un equipo médico experto y, si quisiera volver a volar, se implementaría un programa de rehabilitación completo».