Hace algunas semanas, para ser más específicos, el 31 de julio el cielo de Madrid se iluminó con una bola de fuego que sorprendió e incluso, a la percepción de algunos, rasgo el manto estrellado de la noche. Para empezar debes saber que se trata de un meteorito, pero aquí estamos para develar por qué cayó en España y de dónde venía.
Once días después del evento astronómico, los científicos por fin tienen la respuesta del origen del meteorito. Según la Agencia Europea Especial (ESA, por sus siglas en inglés) la responsable de dejar la 'bola de fuego' fue la lluvia de meteoros Alfa Capricórnidas.
Los científicos explicaron que el cuerpo entró en la atmósfera a una altura de 100 kilómetros sobre Madrid y se quemó a 77 kilómetros sobre la provincia de Guadalajara, en España. El tamaño del meteorito era de alrededor de 10 centímetros, aunque cuando entró en contacto con la Tierra perdió.
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Muchas supersticiones existen sobre la lluvia de estrellas, entre ellas que si pides un deseo lo cumplirá aunque poco tiene de misticismo y mucho de ciencia. Se produce cuando la Tierra atraviesa la trayectoria de un cometa, que al acercarse al Sol y sublimar los hielos de sólido a gas, lanza una corriente de material que permanece en el sitio.
Cuando los objetos chocan contra la atmósfera terrestre se queman como bólidos brillantes, a estos le llaman bolas de fuego. Estas lluvias son seguras, aunque según la ESA, debería ser una señal de la existencia de objetos más grandes, de los que ya conocemos, y que en algún momento pasaron cerca de la órbita de la Tierra y puede volver a ocurrir.
La Alfa Capricórnida dura hasta mediados del 11 de septiembre y tienen la fama de producir algunas las lluvias de meteoritos más brillantes. Al parecer, se creo entre 3 mil 500 y 5 mil años cuando la mitad del cometa 169P/NEAT se desintegró y se convirtió en polvo.
Los expertos aseguran que su apogeo suele ser cada año, entre los primeros días de agosto, aunque sólo produce unos cinco meteoros por hora, aunque como ya te mencionamos son muy brillantes y a menudo se convierten en bolas de fuego como la que rasgó el cielo de Madrid.
La ESA e incluso la NASA concuerdan que para el año 2200 las lluvias de meteoritos serán más fuertes que cualquier otra lluvia de meteoros que se produce actualmente, por lo que el brillo será totalmente visibles bajo el cielo de España y el mundo entero.
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