El kéfir es una bebida fermentada hecha a partir de leche o líquidos no lácteos, como el agua de coco o el jugo de avena. Su origen se remonta a siglos atrás en las montañas del Cáucaso, donde se cree que las tribus locales lo producían como un regalo de los dioses debido a sus propiedades saludables.
¿Por qué los expertos en nutrición recomiendan el kéfir?
Probióticos beneficiosos: El kéfir es una fuente rica de probióticos, que son microorganismos vivos que pueden proporcionar numerosos beneficios para la salud intestinal. Estos probióticos ayudan a equilibrar la flora intestinal, lo que puede mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación.
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Nutrientes esenciales: El kéfir es una excelente fuente de nutrientes esenciales, como calcio, proteínas, vitamina K2, vitamina B12 y magnesio. Estos nutrientes son fundamentales para la salud ósea, la coagulación sanguínea y el funcionamiento general del cuerpo.
Digestión mejorada: Gracias a su contenido de probióticos, el kéfir puede ayudar a aliviar problemas gastrointestinales como el síndrome de intestino irritable y la intolerancia a la lactosa. La fermentación reduce la cantidad de lactosa en el kéfir, lo que lo hace más fácil de digerir para muchas personas.
Mejora de la salud inmunológica: Algunos estudios sugieren que el kéfir puede fortalecer el sistema inmunológico, lo que podría ayudar a prevenir infecciones y enfermedades.
Posible efecto anticancerígeno: Aunque se necesita más investigación, algunos estudios han explorado la relación entre el kéfir y la prevención del cáncer debido a sus propiedades antioxidantes y su capacidad para reducir la inflamación.
Mejora de la salud mental: La conexión entre el intestino y el cerebro es un campo de investigación en crecimiento. El kéfir y otros alimentos ricos en probióticos pueden tener un impacto positivo en la salud mental al promover una microbiota intestinal saludable.