De más está decir que la ropa hay que cuidarla para conservarla el mayor tiempo posible. En el caso de los tejidos hay que darles un mayor tratamiento ya que tienen una vida más corta que el resto de las prendas. Es muy importante el lavado de la ropa y la separación de la misma por tonalidad.

Como decíamos el lavado de la ropa es importante y para que sea efectivo hay que separar la negra de la de color llamativo y de la blanca. En el caso de las prendas negras pueden desteñirse y arruinar el resto de las prendas. La ropa negra debe lavarse con agua fría a una temperatura de 30 grados.

Así como el lavado es importante el secado de la ropa también lo es. En invierno nos cuesta más secar las prendas mientras que en verano el proceso es mucho más rápido. El problema es que exponerlas directamente al sol podría jugar en contra.

El tema es que los rayos solares pueden provocar que la ropa se decolore antes. Es por eso que se recomienda tender la ropa al aire libre, pero asegurándose que tenga sombra y que las corrientes de aire circulen. Incluso trasladar el tendedero al interior del hogar en los meses de lluvia no es mala idea.

Teniendo en cuenta que en el interior la ropa demora más en secar es que hay que tender muy bien cada prenda, que esté estirada y no olvidar sacudirla para que elimine toda la humedad. Esa forma de secar permitirá prolongar la vida de cada vestimenta que usamos a diario.