El pollo al horno es uno de esos platos que siempre quedan bien, acompañados con patatas, puré de patatas y otros tipos de guarniciones, un simple plato como este puede lucir como si fuese toda una elaboración de lujo. Y sin desmerecer el trabajo de nadie, hacer pollo al horno es realmente sencillo.

En este caso, lo que vengo a contarte es que una de las posibilidades de que tu pollo al horno no esté tan rico como te gustaría, puede ser porque no tienes bien calibrada la temperatura con la que lo estás preparando. Es por eso que te cuento el truco que no todos saben a la hora de hacer pollo al horno con la temperatura perfecta.

La temperatura clave para hacer el pollo al horno perfecto

Aunque el pollo es generalmente más pequeño que el pavo, otra ave que se suele hacer mucho al hor, pero los principios básicos de cocción son similares. Aquí te revelo la temperatura ideal y algunos consejos para obtener un pollo jugoso y delicioso.

Para empezar, es importante precalentar el horno. Mientras que para el pavo se recomienda una temperatura inicial de 220 ºC, para el pollo, una temperatura de precalentamiento de 200 ºC es adecuada. Una vez que el horno está caliente y el pollo está listo para cocinarse, se debe ajustar la temperatura a 180 ºC. Esta es la temperatura clave para hornear un pollo.

El tiempo de cocción variará según el tamaño del pollo, pero un buen punto de partida es calcular aproximadamente 20 minutos por cada 500 gramos de peso. Por ejemplo, para un pollo de 1,5 kilos, deberías cocinarlo durante aproximadamente 1 hora y 30 minutos. Sin embargo, siempre es bueno verificar la cocción antes de sacarlo del horno.

Para asegurarte de que el pollo esté completamente cocido, puedes utilizar un termómetro de cocina, insertándolo en la parte más gruesa del pollo, como el muslo. La temperatura interna debe alcanzar al menos 75 ºC para garantizar que el pollo esté bien cocido y seguro para comer.

¿Cómo sé que el pollo al horno está listo?

• Utiliza un termómetro de cocina para medir la temperatura interna del pollo. Inserta el termómetro en la parte más gruesa del pollo, como el muslo, evitando tocar el hueso. El pollo está completamente cocido y seguro para comer cuando la temperatura interna alcanza al menos 75 ºC.
• Pincha la parte más gruesa del pollo con un cuchillo o un tenedor. Si los jugos que salen son claros y no rosados, es una buena señal de que el pollo está cocido. Los jugos rosados pueden indicar que aún necesita más tiempo de cocción.
• Corta ligeramente la parte más gruesa del pollo para observar el color de la carne. Si la carne es blanca y no se ve rosada, especialmente cerca de los huesos, el pollo está listo.
• Toca el pollo con un utensilio o con el dedo (cuidando de no quemarte). Si se siente firme en lugar de blando o gelatinoso, es probable que esté cocido.
• Aunque el tiempo no es un indicador infalible debido a las variaciones en el tamaño del pollo y las diferencias en los hornos, un pollo entero generalmente necesita alrededor de 20 minutos de cocción por cada 500 gramos de peso a una temperatura de 180 ºC.