Tras un día extenuante y productivo, anhelamos un sueño reparador y un descanso óptimo para sentirnos renovados al despertar. No obstante, a veces, pese al cansancio, conciliar el sueño puede ser complicado, generando estrés y dificultando aún más el dormir. Para ello, te presentamos la técnica 4-7-8, que, al dominarla, te permitirá quedarte dormido rápidamente.
Un buen dormir no solo es vital para la salud y reduce el riesgo de enfermedades como la diabetes y problemas cardíacos, sino que también mejora el ánimo, la claridad mental y las relaciones sociales. Por el contrario, la falta de sueño adecuado afecta negativamente el rendimiento, el humor y aumenta los riesgos de ciertas enfermedades. Por eso, es crucial dormir las horas necesarias, idealmente alrededor de 8 horas.
¿Qué es y cómo funciona el método 4-7-8 para dormir?
El descubridor de la técnica 4-7-8 es el Dr. Michel Breus, quien señala que quedarse dormido 10 o 20 minutos después de apagar las luces indica un trastorno del sueño. Esta técnica, desarrollada por el Dr. Andrew Weil de la Universidad de Harvard, puede ser útil en tales casos, permitiendo quedarse dormido en apenas 60 segundos.
La técnica 4-7-8, inspirada en el pranayama, una práctica antigua de yoga, es ideal para quienes tienen dificultades para dormir y han intentado varias soluciones sin éxito. No tiene contraindicaciones y se realiza así: Coloca la punta de la lengua detrás de los dientes superiores, inhala por la nariz durante 4 segundos, retén la respiración por 7 segundos y exhala durante 8 segundos. Repite este proceso tres veces.
Otros factores que ayudan a combatir el insomnio
- Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.
- Asegurarse de que la habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura agradable.
- Reducir el uso de dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse.
- Estos pueden perturbar el sueño.
- La actividad física regular ayuda a mejorar la calidad del sueño.
- Prácticas como la meditación o el yoga pueden ayudar a relajar la mente y el cuerpo.
- Las siestas prolongadas pueden interferir con el sueño nocturno.
- El alcohol puede afectar negativamente la calidad del sueño.
- Si el insomnio persiste, es importante buscar asesoramiento médico.