Al intentar dormir, nuestro cuerpo naturalmente reduce su temperatura en aproximadamente medio grado. Este proceso puede verse afectado durante el invierno, especialmente debido a las bajas temperaturas y las dificultades económicas que enfrentan muchas personas para costear el uso de calefacción.

Este conjunto de factores puede resultar en un esfuerzo adicional para el organismo. En este contexto, los países nórdicos, que afrontan temperaturas frías durante gran parte del año, están constantemente buscando métodos ingeniosos y ecológicos para mantenerse cálidos. Aunque durante el día el uso de la calefacción es esencial, por la noche se recomienda apagarla para favorecer un mejor descanso y, además, ser más amigables con el medio ambiente.

El método sueco con el que puedes ahorrar electricidad en tu calefacción

Para optimizar el uso de la calefacción, es efectivo calentar solo las áreas de la casa donde se pasa más tiempo y cerrar las puertas al salir para conservar el calor. Colocar alfombras y moquetas puede ayudar a retener el calor en el ambiente. Durante el día, es beneficioso abrir cortinas y persianas para aprovechar el calor natural del sol.

Optar por ropa de cama de colores oscuros puede ser útil, ya que estos tejidos tienden a absorber más calor. Tener a mano mantas o edredones cuando se esté en el sofá permite mantenerse caliente sin necesidad de encender la calefacción constantemente.

En cuanto a mantener los pies calientes, se recomienda usar calcetines de grosor medio y sin elásticos apretados que puedan afectar la circulación. Por último, para una regulación más eficiente de la temperatura corporal durante la noche, se sugiere dormir sin pijama o con la menor cantidad de ropa posible.

¿Es malo irse a dormir con frío?

Irse a dormir con frío no es necesariamente malo, pero puede afectar la calidad del sueño. La temperatura del cuerpo y la del ambiente juegan un papel importante en el ciclo del sueño. Aquí te explico algunos aspectos a considerar:

• Dificultad para conciliar el sueño: Si tienes demasiado frío, puede ser más difícil quedarte dormido. El cuerpo necesita alcanzar una temperatura central baja para iniciar el sueño, pero un frío excesivo puede ser incómodo y dificultar este proceso.
• Calidad del sueño: Dormir en un ambiente demasiado frío puede llevar a un sueño más ligero y a despertares frecuentes, lo que reduce la calidad general del sueño.
• Regulación de la temperatura corporal: Durante el sueño, la capacidad del cuerpo para regular su temperatura disminuye. Si hace demasiado frío, esto podría llevar a una disminución más marcada de la temperatura corporal, lo que podría ser un problema, especialmente para personas con problemas de salud subyacentes.
• Preferencias personales y salud: Cada persona tiene sus propias preferencias y tolerancias en cuanto a la temperatura para dormir. Además, ciertas condiciones de salud pueden hacer que una persona sea más sensible al frío.