Lavar los platos puede parecer una tarea simple y cotidiana. Sin embargo incluso después de fregar y enjuagar, los platos pueden quedarse con residuos y manchas. Si estás teniendo problemas para dejar tus platos relucientes, es posible que estés cometiendo algunos errores comunes al lavarlos. A continuación, te presentamos cinco de ellos.
Usar agua fría
Debes saber que lavar los platos con agua fría no es suficiente para deshacerse de la grasa y la suciedad acumulada en ellos. Aunque no lo creas, el agua caliente es la clave para descomponer la suciedad y eliminar las bacterias. Desde ahora, debes asegurarte de usar agua caliente mientras lavas los platos.
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No usar suficiente detergente
Aunque suene lógico al leerlo, este punto es uno de los errores más recurrentes. Si usas muy poco detergente, no podrás descomponer la grasa y la suciedad de los platos. Por lo tanto, debes asegurarte de usar la cantidad adecuada de detergente para cada carga de platos.
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No enjuagar los platos adecuadamente
El enjuague insuficiente de los platos puede dejar residuos de detergente en ellos. Debes saber que este error puede provocar manchas y olores desagradables. Por lo tanto, debes asegurarte de enjuagar bien los platos con agua caliente después de lavarlos y evitar que sigan sucios.
Usar una esponja sucia
Aunque no lo creas, las esponjas pueden estar sucias. Esto sucede si no cambias la esponja o el paño de cocina regularmente. De esta manera puedes estar transfiriendo bacterias y suciedad de un plato a otro, y eso puede ser un gran problema. Asegúrate de cambiar la esponja o el paño de cocina con frecuencia para evitar esto.
No secar adecuadamente
Este punto es muy importante. A veces por el ritmo de vida, no tenemos tiempo de completar la tarea de lavar los platos con el secado adecuado. Debes saber que si no secas bien los platos después de lavarlos, pueden quedar manchas y residuos de agua. Asegúrate de secar bien los platos con un paño limpio y seco después de enjuagarlos.