Si quieres que tu planta crezca fuerte y sana, lo más es común es que se añadan compuestos para aportar determinados nutrientes en beneficio de su salud. En este caso te traemos un potente fertilizante casero con solo dos ingredientes de cocina que se han vuelto las estrellas de los abonos naturales.
Uno de los productos orgánicos que más se utilizan para abonar y fertilizar las plantas son las cáscaras de huevo, debido a la alta presencia de calcio que contiene. Por lo general, se aplica la cáscara triturada sobre la tierra o base de la planta en forma directa, esperando que de esta forma, libere sus nutrientes y abone el sustrato.
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La idea es que las plantas consuman el calcio que se encuentra presente en la cáscara de huevo con el agregado del limón. El procedimiento a llevar a cabo es realmente sencillo. Trituramos la cáscara de huevo lo máximo posible y luego le añadimos un poco de jugo de limón y mezclamos bien.
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Al juntar la cáscara de huevo y el limón, se genera una efervescencia, la cual es producto del choque entre lo alcalino del huevo y lo ácido del limón. Va a ser ese ácido el que libre el calcio adherido a la cáscara de huevo. Una vez tengamos la mezcla hecha, la disolvemos en dos litros de agua y quedará listo para abonar nuestras plantas.
Una planta con las dosis necesarias de calcio se verá más sana permitiendo un mejor desarrollo de sus hojas y sus raíces, previniendo sus posibles deformaciones o falta de tamaño en los frutos. En definitiva, no lo dudes más y realiza este fertilizante casero para que sus plantas recobren vida.