Si eres un amante de las plantas y quieres que tu jardín luzca siempre radiante, debes saber que existen algunos métodos para abonar tus plantas de forma casera y económica. Uno de estos métodos consiste en utilizar un ingrediente muy común en la cocina, la avena, que contiene una gran cantidad de nutrientes y minerales necesarios para el crecimiento de las plantas. En este artículo te enseñaremos cómo preparar un fertilizante casero con avena para ayudar a la floración de tu jardín.

El primer método para preparar el fertilizante consiste en mezclar 50 gramos de avena en un litro de agua en una botella y agitar bien hasta que el agua cambie de color. Con esta mezcla, puedes regar tus plantas una vez cada quince días para proporcionarles los nutrientes que necesitan durante el proceso de floración. Este método es muy efectivo debido a que la avena se disuelve fácilmente en el agua y es absorbida rápidamente por las raíces de las plantas.

El segundo método consiste en enterrar un puñado de avena por planta en la tierra. La avena se irá descomponiendo lentamente y liberando nutrientes y minerales a medida que se descompone, lo que ayudará a tu jardín durante todo el proceso de floración. Este método es más lento que el anterior, pero también es muy efectivo y es una forma fácil y económica de abonar tus plantas.

La avena es una excelente fuente de potasio, calcio, magnesio y fósforo, todos nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas. Además, es un ingrediente natural y no tóxico, lo que lo convierte en una alternativa segura y ecológica a los fertilizantes comerciales.

Para utilizar la avena como fertilizante, es importante utilizar avena sin procesar, ya que la avena instantánea o procesada puede contener aditivos y químicos que podrían dañar tus plantas. También es recomendable utilizar agua filtrada o destilada para preparar la mezcla, ya que el cloro y otros químicos presentes en el agua del grifo pueden afectar la calidad de la mezcla.