El árbol de jade es una planta muy apreciada tanto por su capacidad de atraer dinero y abundancia según el Feng Shui, como por su belleza estética, convirtiéndola en una favorita en la decoración de interiores. Sus ramas gruesas y hojas carnosas son cautivadoras, especialmente por su intenso color verde característico.
Originario de África del Sur, puede crecer hasta un metro de altura y en condiciones óptimas produce flores blancas o rosadas. Esta planta se adapta tanto a lugares soleados como a la semisombra, pero es importante evitar la sobreexposición solar, ya que no la tolera bien. Si deseas reproducir tu propio árbol de jade, en este artículo te explicaremos dos técnicas para lograrlo.
Te podría interesar
La primera técnica para reproducir es mediante una hoja. Toma una hoja de la planta madre y límpiala cuidadosamente. Luego, déjala secar para que la herida de corte se cure y no se pudra. Prepara una maceta con una capa de tierra de aproximadamente dos centímetros de altura. Combina la tierra con sustrato para suculentas y arena.
Te podría interesar
Coloca la hoja de tu árbol de jade en la maceta y riégala cada cuatro días. Con el tiempo, notarás un nuevo crecimiento, momento en el que deberás trasplantarla a una maceta más grande para que se desarrolle como un árbol completo. La segunda técnica es mediante un tallo. Para este método, necesitarás un tallo grueso con hojas resistentes.
Al igual que en la técnica anterior, deja que el tallo del árbol de jade se seque y cure. Espolvorea canela en un plato y luego coloca la especia en el tallo, esto ayudará a mejorar el enraizamiento. Llena una maceta de barro con tierra especial para suculentas. Haz un agujero en la tierra y coloca el tallo, luego cierra el hueco y coloca la maceta en un lugar donde reciba sol, pero sin exposición excesiva. La planta tardará aproximadamente cuatro semanas en germinar y desarrollarse.