Con el cambio de estación llegan los días en que las temperaturas son una verdadera 'montaña rusa' con mucho calor durante el día y noches mucho más frescas, provocando que el termómetro de nuestro cuerpo suba y baje constantemente. Ante este panorama, es lógico que muchas personas se resfríen y congestionen tras exponerse largas horas al aire acondicionado o ventilador para aplacar el calor, algo que molesta especialmente a la hora de dormir.
La congestión nasal es una verdadera molestia ya que no permite hacer las actividades con normalidad durante el día y mucho menos conciliar el sueño por la noche, teniendo que respirar por la noche y aumentando más aún las molestias ya causadas por el catarro o bien por la alergia estacional.
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Sin embargo, existen una serie de remedios caseros para aliviar la congestión nasal y así poder dormir en paz toda la noche mientras te curas del resfriado. Para elaborar estos remedios basta con elementos que todo el mundo tiene en casa, como sal o un poco de agua, por ejemplo.
Aliviar la congestión nasal con sal y agua
Este sea, probablemente, el remedio casero para la congestión más conocido y antiguo de todos. Se trata de un lavado nasal con solución salina que ayuda a limpiar el polen, el polvo y otros residuos de sus conductos nasales para destaparla y lograr respirar normalmente otra vez.
Puede comprar un dispositivo como una perilla de goma, una botella comprimible o una tetera estilo neti pot en la farmacia ya que es necesario 'inyectar' esta preparación en una fosa nasal para que salga por la otra.
Para preparar esta solución vas a necesitar:
- 1 cucharaditas (5 gramos) de sal de encurtir (sin yodo)
- Una pizca de bicarbonato de sodio
- Medio litro de agua destilada, filtrada o hervida
Simplemente disolver todos los ingredientes sólidos en el agua y mezclar bien.
Para usar el lavado:
- Llenar el dispositivo a la mitad con solución salina previamente preparada.
- Coloca tu cabeza sobre el lavabo o en la ducha, inclínala a la izquierda. Respira por la boca.
- Vierte la solución suavemente o presiona el dispositivo para hacerla llegar a tu fosa nasal derecha. El agua debe salir de tu fosa nasal izquierda.
- Puedes ajustar la inclinación de la cabeza para evitar que la solución se dirija a tu garganta o a tus oídos.
- Repetir el proceso para el otro lado.
- Al terminar, suena tu nariz suavemente para retirar el agua y el moco restantes.
¡Ya está! Con este sencillo remedio podrás recuperar nuevamente tu respiración normal y dormir como un bebé durante toda la noche.