En el mundo de la modificación corporal, existe una técnica que va más allá de los tatuajes y piercings convencionales: el body branding. Esta práctica consiste en marcar la piel utilizando objetos con temperaturas extremadamente altas o bajas, creando diseños mediante quemaduras de tercer grado que destruyen los nervios de la zona. Aunque esta técnica puede parecer radical y dolorosa, ha ganado popularidad como una alternativa única a los métodos más tradicionales de modificación corporal.
El proceso de body branding involucra quemar la piel con diversos objetos, dejando una marca permanente que se revela a medida que la herida cicatriza con el tiempo. Hay varias formas de llevar a cabo esta técnica, cada una con sus propias peculiaridades y efectos. El "striking" implica el uso de tiras de acero inoxidable calentado sobre la piel, mientras que la "electro-cauterización" utiliza calor generado por corriente eléctrica para destruir el tejido. Otro método es el "moxibustión", que implica el uso de un incienso encendido para crear la marca.
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El body branding es una práctica antigua que ha sido utilizada en diversas culturas y épocas con diferentes propósitos. Desde la Edad Media, donde se marcaba a los esclavos como símbolo de propiedad, hasta sociedades indígenas que lo usaban en rituales de iniciación, su significado ha variado a lo largo del tiempo. Hoy en día, muchas personas optan por el body branding por razones estéticas y de gusto personal, en lugar de fines culturales o religiosos.
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A pesar de su apelación estética única, el body branding conlleva riesgos importantes. La destrucción de los nervios puede resultar en pérdida de sensibilidad permanente en el área marcada. Además, existe la posibilidad de infección si no se esteriliza correctamente el objeto utilizado o si no se cuida adecuadamente la herida. El uso de materiales alérgenos también puede generar reacciones negativas en la piel.
Reversibilidad del body branding
Es importante tener en cuenta que las cicatrices resultantes son permanentes. A diferencia de los tatuajes, la eliminación de tejido es un proceso más complejo y difícil de revertir. Si bien es posible consultar con profesionales de la estética para atenuar la apariencia de las cicatrices, es improbable que se puedan eliminar por completo.