Las uñas débiles y quebradizas pueden ser un indicio de una alimentación deficiente. Para mantener las uñas fuertes y saludables, se recomienda adoptar una dieta equilibrada, rica en vitaminas, proteínas y minerales. Las causas de las uñas frágiles pueden variar, desde productos químicos de limpieza hasta estrés o condiciones de salud. Una de las razones más comunes, según los dermatólogos, es la falta de queratina, la proteína esencial para la fortaleza y estructura de las uñas.
Causas y cuidados de las uñas débiles
Las uñas frágiles y quebradizas requieren atención especial. Factores como una mala alimentación, productos químicos o condiciones de salud pueden influir en su estado. Los dermatólogos señalan que la deficiencia de vitaminas y minerales, especialmente de queratina, puede ser una causa fundamental de estas condiciones. La queratina, una proteína presente en la piel, el cabello y las uñas, brinda estructura y resistencia a estas áreas, protegiéndolas de factores externos.
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Fuentes de queratina en la dieta
Aunque no hay alimentos directamente ricos en queratina, hay opciones que estimulan su producción. Alimentos como frutas y verduras (como pomelos, naranjas, espinacas), carnes (pollo, ternera, cordero), pescados (trucha, salmón), lácteos (leche, queso, yogur), huevos, legumbres (soja, lentejas, garbanzos) y frutos secos (nueces) son ricos en nutrientes que ayudan a mantener la producción de queratina.
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La biotina, también conocida como vitamina B7 o H, desempeña un papel crucial en la síntesis de queratina. Además, refuerza el cabello, la piel y, por supuesto, las uñas. Se encuentra en alimentos como vísceras, lácteos, verduras, setas, huevos, pescados, legumbres y cereales integrales. La biotina también puede ser tomada como suplemento alimenticio.
La vitamina A, presente en productos lácteos y cereales, contribuye al sistema inmunológico y a la renovación celular. La vitamina C, presente en pimientos, naranjas, brócoli y kiwi, acelera la producción de colágeno, esencial para el crecimiento de las uñas. La vitamina D, que obtenemos del sol y de pescados como el atún o el salmón, aporta brillo y fuerza. La vitamina E, presente en frutos secos y aceites vegetales, hidrata las uñas y previene su sequedad.