El sueño es un componente esencial para el bienestar físico y mental de una persona. Sin embargo, en la era de la tecnología y las agendas apretadas, muchas personas se preguntan: ¿cuál es el mejor momento para dormirse? La ciencia del sueño ha investigado esta cuestión y, aunque las necesidades de sueño pueden variar según la persona, hay algunas pautas generales que pueden ayudarnos a maximizar la calidad de nuestro descanso.
El ritmo circadiano y el sueño
Nuestro cuerpo, según explica la ciencia, opera según un reloj biológico interno, conocido como ritmo circadiano, que regula muchos procesos fisiológicos, incluido el sueño. De manera general, la producción de melatonina, una hormona que induce al sueño, comienza a aumentar alrededor de las 21 p.m., alcanzando su punto máximo en la medianoche. Por lo tanto, según este reloj interno, el período entre las 22 p.m. y las 23 p.m. es considerado por muchos expertos en sueño como el momento ideal para dormirse.
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Individualidad y factores externos
Aunque la ciencia señala un período óptimo basado en el ritmo circadiano, es fundamental reconocer que cada persona es única. Factores como la edad, el estilo de vida y la salud general pueden influir en el mejor momento para irse a dormir. Además, la exposición a la luz artificial de dispositivos electrónicos antes de dormir puede retrasar la producción de melatonina, alterando así nuestro ciclo natural de sueño. Es esencial ser consciente de estos factores y adaptar nuestras rutinas nocturnas en consecuencia.
Aunque hay una ventana óptima sugerida por la ciencia del sueño, es vital escuchar a nuestro cuerpo y ajustar nuestros hábitos según nuestras necesidades individuales.