La relación entre Meghan Markle y su padre, Thomas Markle, ha sido objeto de controversia y atención mediática desde hace años. Recientemente, Thomas Markle hizo pública su frustración al afirmar que no puede ver a sus nietos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet. Esta situación plantea interrogantes sobre las razones detrás de esta separación familiar y las implicaciones para los niños.
La relación en conflicto entre Meghan y su padre tiene tiempo
La tensa relación entre Meghan y su padre es uno de los motivos que explican por qué los hijos de la pareja real no conocen a su abuelo materno. Desde antes de su boda con el príncipe Harry, Meghan y su padre han tenido diferencias públicas, incluyendo la polémica en torno a la carta que ella escribió a su padre y que él filtró a la prensa. Estos desencuentros han contribuido a la falta de comunicación y al distanciamiento familiar.
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Protección mediática
La intensa atención mediática que rodea a Meghan y Harry también ha influido en esta situación. La pareja ha expresado en repetidas ocasiones su deseo de proteger la privacidad de sus hijos y mantenerlos alejados de la presión mediática. Esto ha llevado a medidas drásticas, como su salida de la Familia Real y su mudanza a Estados Unidos, donde buscan una vida más tranquila para su familia.
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Fuertes declaraciones del abuelo de los príncipes
Thomas Markle, por otro lado, expresó recientemente en una entrevista para Good Morning Britain “Tengo el corazón roto, estoy muy molesto. Esto es un acto cruel hacia un abuelo, negarle ver a sus propios nietos”, dejando entrever que se encuentra angustiado por esta situación que parece que no habrá solución a corto plazo.
Además, mencionó que “No he hecho nada malo, no hay nada que indique que soy un mal tipo. Soy un padre muy cariñoso y ella lo sabe, no hay excusa para tratarme de esta manera; no hay excusa para tratar a los abuelos de esa manera”, dando a entender que no habría un motivo explícito y que al parecer el si quiere ver a sus nietos.