Hay alimentos que pueden funcionar como un antibiótico natural y así ayudan a combatir las infecciones y las molestias de carácter estacional como resfriados y la tos. Muchas veces pueden utilizarse para evitar el sobreuso de los fármacos tradicionales cuyo consumo últimamente es muy elevado. De hecho, al utilizarlos tan a menudo pueden ir perdiendo la efectividad. De todas maneras, el uso de los remedios naturales no sustituye la visita al médico ni los medicamentos recetados.

Para que los alimentos puedan cumplir su función y ayudan contra las infecciones generalmente hay que consumirlos crudos o en una infusión. No hay que cocinarlos porque en ese proceso de cocción van perdiendo parte de los nutrientes y sus propiedades.

En el caso del ajo es uno de los antibióticos naturales por excelencia y logra prevenir y combatir las infecciones. Para que sea efectivo hay que ingerirlo crudo. Entre sus propiedades, permite estimular el sistema nervioso ayudando a combatir los parásitos en el intestino. La cebolla también es de gran ayuda contra las infecciones respiratorias porque tiene propiedades expectorantes y antibacterianas. Se puede consumir en crudo o en ensaladas. También se puede añadir a algún batido o smoothie.

Otro que no falla contra las infecciones es el jengibre que se usa para la tos, gris, catarro ya que permite combatir estas dolencias. Se puede usar en polvo o fresco y estimula la circulación de la sangre disminuyendo la tensión arterial y actuando como fungicida.

El romero figura entre las hierbas que combaten la diarrea, los vómitos y las infecciones de orina. Es un excelente diurético y purifica el hígado. Es muy bueno para las personas diabéticas y se puede preparar como una infusión. En tanto, la equinácea favorece la salud del sistema inmunitario porque tiene propiedades  antiinflamatorias y antibacterianas. Por último, el eucalipto es un potente  anticatarral y fungicida. Además, es antibacteriana, antiséptica y carminativa.