Investigaciones han confirmado los efectos adversos del humo del tabaco en fumadores pasivos, y recientemente, un estudio pionero en veterinaria ha revelado que las mascotas también se ven afectadas negativamente. Específicamente, la exposición al humo de cigarrillos en perros de la raza terrier escocés incrementa drásticamente el riesgo de cáncer de vejiga. Este hallazgo proviene de un estudio de la Universidad Purdue en Estados Unidos, publicado en The Veterinary Journal.

Dirigido por Deborah Knapp, una reconocida veterinaria oncóloga de la Universidad Purdue, el estudio analizó la salud de 120 perros terriers escoceses a lo largo de tres años.

Los resultados mostraron que aquellos perros expuestos al acto de fumar eran seis veces más probabilidades de desarrollar cáncer de vejiga en comparación con los perros que vivían en ambientes libres de humo.

¿Por qué los Terriers son más propensos a sufrir cáncer?

Deborah Knapp resalta la predisposición genética de los perros terrier escoceses al cáncer, explicando cómo esta característica facilita el estudio de los factores de riesgo cancerígenos con un grupo reducido de animales. "Sabemos que la genética de los terrier escoceses juega un papel muy importante a la hora de hacerlos vulnerables al cáncer", mencionó.

Esta predisposición genética singular permite a los investigadores estudiar la incidencia del cáncer en perros y potencialmente en humanos, con una muestra más pequeña de sujetos.

Knapp profundiza en las implicaciones de este enfoque: "Si tuviéramos que hacer este estudio con razas mixtas de perros, se necesitarían cientos y cientos de perros para descubrir este mismo riesgo, que probablemente existe, pero esto es más difícil de discernir porque esos perros no están genéticamente más expuestos a padecer cáncer de vejiga".

La razón por la que aumenta el riesgo de cáncer en perros

Fumar afecta tanto a perros como a humanos al inhalarlo o al entrar en contacto con superficies contaminadas, como ropa impregnada de humo. Este contacto lleva a que las sustancias químicas nocivas sean absorbidas y posteriormente excretadas a través de la orina, aumentando el riesgo de cáncer en el tracto urinario.

Mediante el análisis de la orina en busca de metabolitos como la nicotina y la cotinina, los investigadores pueden determinar la exposición al humo de tabaco en los perros.

La presencia de cotinina en la orina no solo proviene de ambientes donde se fuma activamente, sino que también puede indicar exposición indirecta, como cuando los dueños de mascotas visitan lugares donde se fuma o llevan el humo de regreso en su ropa.

Aunque no todos los perros expuestos al humo desarrollan cáncer, y viceversa, el estudio refleja patrones similares en humanos, donde el tabaquismo es un factor conocido de riesgo para el cáncer de vejiga, pero no todos los fumadores lo desarrollan. Este fenómeno ofrece una oportunidad única para investigar cómo la combinación de factores genéticos y exposiciones ambientales puede conducir al cáncer.