¿Alguna vez te has cuestionado la razón detrás de la adicción a la comida basura? ¿Qué causa que tu cuerpo demande más cada vez que consumes alimentos ultraprocesados o similares?
Hay una explicación científica detrás de esto, así que hoy vamos a desvelar el fundamento biológico que explica por qué nos volvemos adictos a la comida basura. De esta manera, entenderás cómo opera nuestro cuerpo y podrás tomar precauciones para evitar el consumo excesivo de estos productos y comenzar a comer comida saludable.
Tu cerebro, el culpable de esta adicción a la comida basura
Para entender la naturaleza de las adicciones, es crucial familiarizarse con el papel de la dopamina en la bioquímica cerebral. Este neurotransmisor, liberado en nuestro cerebro, es clave para generar la sensación de bienestar que experimentamos, por ejemplo con la comida basura. Sin embargo, la dopamina no diferencia entre actividades o sustancias beneficiosas y aquellas que son dañinas para nuestra salud. Se libera en respuesta a una amplia gama de estímulos, incluyendo el dinero, las drogas, el alcohol, el sexo y la comida, generando placer en situaciones muy variadas.
A diferencia de las drogas, donde la liberación de dopamina ocurre de manera rápida, la comida basura induce una liberación más gradual de este neurotransmisor. Además, se activan áreas del cerebro asociadas con la recompensa, fomentando comportamientos repetitivos y el deseo de repetir la experiencia.
Un estudio publicado en la revista "Neuroscience and Biobehavioral Reviews" (Volkow, N.D., Wang, G.J., Tomasi, D., & Baler, R.D. (2013). The addictive dimensionality of obesity. Neuroscience and Biobehavioral Reviews, 37(9), 1932–1950.) profundiza en cómo la dopamina y las áreas de recompensa del cerebro contribuyen a la adicción, incluida la alimentación compulsiva, proporcionando una base científica sólida para comprender estos procesos.
La comida basura más adictiva para el cerebro
- Patatas fritas: Su combinación de grasa, sal y carbohidratos procesados estimula intensamente el sistema de recompensa del cerebro, haciéndolas altamente adictivas.
- Helado: Rico en azúcar y grasa, el helado activa las áreas de placer del cerebro, lo que puede llevar a antojos intensos y repetitivos.
- Chocolate: Contiene compuestos que estimulan la liberación de dopamina en el cerebro, además de ser rico en azúcares y grasas, lo que incrementa su potencial adictivo.
- Pizza: La alta concentración de carbohidratos refinados, grasa y queso actúa sobre el cerebro de manera similar a otras sustancias adictivas, provocando un deseo continuo.
- Galletas: La combinación de azúcar, grasa y, a menudo, chocolate, junto con su rápida digestión, provoca una liberación rápida de dopamina, haciendo que el cerebro las desee más.
- Refrescos: El alto contenido de azúcar en los refrescos induce picos rápidos de glucosa en sangre y dopamina, creando un ciclo de antojo y satisfacción difícil de romper.
- Hamburguesas de cadenas de comida rápida: La mezcla de carne grasa, pan blanco y salsas ricas en azúcar y grasas saturadas hacen que el cerebro las anhele por su sabor intenso y su efecto gratificante.
- Donuts: El azúcar, la grasa y el carbohidrato refinado de las donas hacen que sean irresistibles para el cerebro, provocando una respuesta de recompensa casi inmediata.