La tendencia a tener una visa saludable se viene imponiendo desde hace tiempo y en este aspecto se incluye la nutrición. En España los ciudadanos consumen 9,8 gramos de sal diarios siendo casi el doble de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). La preocupación crece teniendo en cuenta que el consumo excesivo está asociado a enfermedades como la hipertensión arterial o problemas de riñón.

Desde la Fundación del Riñón de Estados Unidos los expertos realizaron un estudio que explica que la sal tiene un efecto deletéreo de la sal se da por la función que cumplen los minerales como el sodio y el potasio. Para que la sangre se filtre correctamente tiene que haber un balance adecuado en el cuerpo.

Para tener una idea, el agua se traspasa desde el torrente sanguíneo a un canal que la recolecta al riñón. Si este equilibrio se rompe por exceso de sal, se reduce entonces la función renal. Al mismo tiempo esa acumulación de agua en los vasos sanguíneos del riñón hace que aumente la tensión sanguínea derivando en enfermedad renal por el daño de los tejidos.

Además, hay pruebas y evidencias que señalan que el exceso de sal en las comidas está relacionada con la aparición de cálculos renales. Esto ocurre porque el exceso de sodio aumenta la cantidad de calcio que se elimina por la orina. Con estos datos, por donde se mire, el exceso en el consumo de sal genera problemas para la salud.

Cómo sustituir la sal

Hay opciones para reducir la sal en los alimentos. Por ejemplo, se puede recurrir a especias como pimienta, ajo o cebolla en polvo que le dan un exquisito sabor a las comidas. Se trata de un cambio que hay que empezar a hacer en la dieta especialmente también para los que tienen problemas metabólicos o cardiovasculares para no sufrir complicaciones graves.