El autismo se clasifica dentro de los denominados trastornos del espectro autista (TEA), caracterizados no solo por un retraso en el desarrollo, sino también por un patrón de crecimiento atípico, afectando significativamente diversas funciones.
Es común que niños diagnosticados con trastornos del espectro autista presenten también discapacidad intelectual, definida por un cociente intelectual (CI) menor a 70.
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En el caso específico del autismo, se observa una variada intensidad en los síntomas entre los individuos, con algunos experimentando manifestaciones más severas y otros síntomas más moderados.
¿Cuáles son los síntomas del autismo?
- Falta de respuesta a gestos y miradas desde una edad temprana.
- Ausencia de búsqueda de contacto social; preferencia por el juego solitario.
- Dificultades graves en el lenguaje verbal y no verbal.
- Ecolalia o repetición de palabras escuchadas.
- Uso inusual de palabras y alteración en el orden de estas.
- Intereses obsesivos por temas específicos (ej. ruedas de coches, libros rojos).
- Ejecución de rituales o rutinas sin propósito aparente.
- Realización de movimientos repetitivos, como aletear las manos.
¿Cuáles son las causas del autismo?
La causa exacta del autismo sigue siendo un misterio, pero la evidencia sugiere una fuerte base genética. Esto se ve reflejado en la mayor prevalencia entre hermanos de niños con autismo, donde la tasa es del 4.5%.
Se teoriza que el autismo podría surgir de una alteración en el desarrollo cerebral temprano, posiblemente debido a anomalías genéticas que afectan el crecimiento cerebral y la comunicación neuronal.
Aquí hay algunos hallazgos clave relacionados con el autismo:
Prevalencia de condiciones asociadas:
- Hasta un 80% de niños con autismo presentan retraso mental.
- Entre el 35-40% experimentan epilepsia antes de los 20 años.
- Alrededor del 5% tiene el síndrome del cromosoma X frágil.
- Otros han enfrentado enfermedades como meningitis, rubeola congénita, fenilcetonuria o esclerosis tuberosa.
Hallazgos a través de estudios de imagen cerebral:
- La resonancia magnética y la tomografía axial computarizada (TAC) revelan cambios en la estructura cerebral.
- Se observa un agrandamiento de las áreas cerebrales que contienen líquido cefalorraquídeo (ventrículos cerebrales).
- Alteraciones en el cerebelo y en la parte frontal del cerebro.